Pablo Riesgo era técnico en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE). Tenía 26 años y había pasado la COVID-19 convirtiéndose en la víctima mortal más joven de Asturias desde el inicio de la pandemia.

Este profesional sanitario del Hospital de Jove estuvo ingresado el pasado mes de noviembre por una neumonía bilateral que le produjo el virus. Tras recuperarse en enero, se reincorporó a su puesto de trabajo aunque aún tenía secuelas. Era conocido por haber salido entrevistado en la Televisión del Principado de Asturias donde hizo un llamamiento a ser responsables en las navidades. El pasado lunes comenzó a encontrarse mal, ingresó y finalmente falleció en la UCI por un fallo multiorgánico al que, a falta de autopsia, los sanitarios atribuyen a una larga evolución de la enfermedad con complicaciones.
Sus compañeros de trabajo han querido concentrarse a las puertas del hospital para guardar un minuto de silencio y arropar a su familia, quien ha querido mandar un mensaje visiblemente emocionados. «Seguiremos funcionando como si fuésemos uno, lo haremos por ti, porque jamás te olvidaremos y porque es el mejor homenaje que podemos hacer para ti y tu familia», compartieron sus compañeros.
El padre del joven sanitario ha querido lanzar también un mensaje crítico en honor a su hijo: “Todos salimos a aplaudir a las ocho durante meses y fue una hipocresía. Los irresponsables que no cumplen las normas no merecen que, si ingresan en una UCI, se jueguen la vida por ellos. Están juntándose en fiestas y los que lo tienen que sufrir es esta gente, todos los sanitarios. Están al pie del cañón, trabajando por todos, salvando vidas, jugándose la vida ellos… que están cayendo un montón, y mi hijo ahí está de ejemplo», ha señalado Luis Manuel Riesgo, padre del joven fallecido.