El pasado mes de agosto, el Ministerio de Sanidad publicó una nueva guía de prescripción enfermera para que estas profesionales sanitarias puedan prescribir fármacos contra las infecciones urinarias.
Los enfermeros celebraron esta noticia, pero no todos los profesionales sanitarios se han posicionado a favor. En primer lugar, los médicos compartieron estar en contra de esta guía y anunciaron que la recurrirán al considerar que “el diagnóstico y tratamiento son una competencia exclusiva de los facultativos”.
Los farmacéuticos se posicionan en contra
Pero no han sido los únicos, el martes se reunieron los presidentes de Colegios de Farmacéuticos y se han unido a los médicos en su negativa a esta guía, por lo que han tomado la decisión de recurrir también “aquellas resoluciones que validen guías para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los enfermeros, que les atribuyan competencias que se considere que exceden el marco competencial de estos profesionales en detrimento de las que ostentan los farmacéuticos”.
Según han explicado desde el CGCOF a través de una nota, esta guía al igual que ocurriera que con las de hipertensión y diabetes en 2022 y anticoagulación oral, en 2023, la guía publicada por el Ministerio atribuye al personal de Enfermería competencias como el seguimiento farmacoterapéutico, “que la legislación reserva a los farmacéuticos”.
Desde su punto de vista “atribuyen a enfermería competencias sobre la adherencia y seguimiento farmacoterapéutico que la ley reserva a los profesionales farmacéuticos. En concreto, la guía para la indicación de medicamentos para las infecciones del tracto urinario inferior atribuye a los profesionales de enfermería la competencia en el seguimiento del tratamiento, una cuestión a que vulnera el artículo 79, apartado 5 del texto refundido de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, que concede expresamente a los farmacéuticos la competencia específica para realizar “el seguimiento del tratamiento a través de los procedimientos de atención farmacéutica”, explican.
Los farmacéuticos también explican que la guía ha sido elaborada por la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, pero critican que “no ha contado como revisores, dentro del grupo de trabajo, con la Organización Farmacéutica Colegial como representante legal de la profesión farmacéutica que es la experta en el medicamento”.
Desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos “instamos al Ministerio de Sanidad a aprovechar el desarrollo de instrumentos como estas guías para impulsar decididamente la práctica colaborativa entre médicos, farmacéuticos y enfermeros, tan necesaria en la atención al paciente desde un enfoque pluridisciplinar, pero siempre desde el pleno respeto de las respectivas competencias de cada uno de los profesiones y del marco legal vigente, lo que redundará en una clara mejora de la seguridad del paciente”.
Por su parte, desde el Consejo General de Enfermería piden que se respete la legislación sobre prescripción enfermera que beneficia al sistema sanitario y a los pacientes y muestra su “sorpresa de que haya colectivos que quieran dar pasos atrás en este importante avance para la Sanidad española. No entendemos este resquemor hacia unas actuaciones que favorecen una atención sanitaria eficaz y ágil. Es una prescripción colaborativa, bien definida y que no implica riesgo alguno para el paciente como algunos quieren hacer creer en un discurso alarmista y algo retrógrado”.