Enfermeras de Gipuzkoa elaboran una guía sobre nutrición parenteral para dar respuesta a las principales dudas de pacientesJueves, 5 de diciembre de 2024 por diariodicen.es Un grupo de 9 enfermeras de Gipuzkoa ha elaborado una guía práctica sobre nutrición parenteral para dar respuesta a las principales dudas de pacientes. Guía para pacientes de nutrición parenteral, que así la han titulado, está dirigida a pacientes que conviven con este tipo de nutrición, pero también a enfermeras que deseen contar con una nueva herramienta para trasladar información a pacientes de una manera útil y cercana. Guía de nutrición parenteral La guía condensa de manera resumida aspectos cruciales relacionados con la administración, conservación, seguimiento o recomendaciones prácticas en nutrición parenteral, tanto en el ámbito hospitalario como en domicilio. Tal y como han explicado durante la presentación, existen múltiples guías publicadas sobre nutrición parenteral, “pero nosotras queríamos y veíamos la necesidad de que los y las pacientes tuvieran un manual útil, accesible, fácil de entender, y, en definitiva, práctico para ellos”. Con ese objetivo constituyeron un equipo de trabajo integrado por enfermeras de distintos servicios del hospital (Farmacia, Cirugía, Digestivo, Oncología y Hospitalización a domicilio), así como de atención primaria y domiciliaria. El grupo está integrado por: Almudena Álvarez, Ana Mª Bárcena, Ana Isabel Domínguez, Mª Luisa Insausti, Ione Labaka, Edurne Lizarazu, Jon Revilla, Rosa María Zapata y Garazi Murguialday. Todos ellos han trabajado y mantenido reuniones periódicas durante varios meses para analizar las guías existentes, revisar bibliografía, determinar la información que consideraban esencial, “y valorar de qué modo y con qué palabras podríamos hacer llegar nuestro mensaje para una lectura fácil, clara, y de diseño atractivo”, han señalado. Durante la sesión informativa han explicado que los principales riesgos en la administración de nutrición parenteral son las infecciones relacionadas con el catéter y los desequilibrios electrolíticos. “Un seguimiento cercano y una manipulación adecuada del equipo son esenciales para evitar complicaciones”. En este sentido, han incidido en que la prevención es clave: “La higiene y los controles constantes pueden evitar la mayoría de complicaciones”. En el caso de las personas que reciben la nutrición por vía parenteral en su domicilio, las enfermeras han explicado que las principales dificultades que afrontan tienen que ver con la correcta manipulación del equipo, el manejo de la bomba de infusión, y el seguimiento de las pautas de asepsia. “Es un proceso que puede resultar intimidante al principio, pero con la formación adecuada y a base de repetirlo con vigilancia, los pacientes y su entorno consiguen manejarlo bien. Es bonito observar cómo van haciendo el proceso de aprendizaje, sintiéndose cada vez más seguros. Es importante el acompañamiento por parte de la enfermera durante todo este camino”, han subrayado. Recomiendan a los pacientes “tener mucha paciencia al principio. Con la práctica, el manejo de la nutrición parenteral se convierte en un hábito más”. A las compañeras les recuerdan que es clave “seguir estrictamente los protocolos y mantener una comunicación cercana con el paciente y, por supuesto, comprobar el paciente, el medicamento, la dosis, la vía y la hora correctos. Además, tenemos que estar siempre atentas a cualquier signo de complicación”, han destacado. Aspectos sobre la administración de nutrición parenteral La nutrición parenteral un método de alimentación en el que los nutrientes se administran directamente en el torrente sanguíneo evitando el sistema digestivo. Se administra a través de una vía venosa, que puede ser central o periférica, dependiendo de la duración del tratamiento. El protocolo incluye un seguimiento constante de los parámetros del paciente, como la glucosa en sangre y el balance hídrico, entre otros. En cuanto al procedimiento de administración, se utiliza una bomba de perfusión para asegurar una administración continua y precisa de los nutrientes. Se prepara en las farmacias hospitalarias bajo estrictos controles de seguridad y calidad en las campanas que son salas que están limpias (como en quirófano) “y nos tenemos que vestir para evitar contaminar. Es una fórmula personalizada que varía según las necesidades de cada paciente”, apuntan las autoras de la guía. Así, cada paciente recibe una fórmula personalizada basada en su estado de salud, peso, edad y necesidades nutricionales específicas. “No es una fórmula genérica; cada bolsa tiene la proporción exacta de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales”, concluyen.