La Comisión Europea ha aprobado un contrato con la empresa biotecnológica Valneva para la compra de su vacuna potencial contra la COVID-19. Mediante este convenio, los Estados miembros de la Unión Europea podrán adquirir alrededor de 27 millones de dosis en 2022; en este sentido, el tratado contempla la posibilidad de adaptar el suero a las nuevas variantes y de que las naciones encarguen hasta 33 millones de vacunas adicionales.
Así, de acuerdo con lo expuesto por el organismo comunitario en un comunicado, el de Valneva conforma el octavo contrato de estas características rubricado con una compañía farmacéutica, tras los firmados con Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca, Janssen, Curevac, Sanofi-GSK y Novavax. Esta cartera diversificada de vacunas asegurará que Europa esté preparada para la vacunación, una vez se haya determinado que las soluciones son seguras y eficaces. Los integrantes pueden decidir donar la vacuna a países de renta baja o media o redirigirla a otros países europeos.
Ursula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, ha querido poner de manifiesto, según recogen en la citada nota informativa, que esta iniciativa “permite adaptar la vacuna a las nuevas variantes. Nuestra extensa cartera nos ayudará a luchar contra la COVID y sus variantes en Europa y fuera de ella. La pandemia no ha terminado, todas las personas que puedan deben vacunarse”.
Por su parte, Stella Kyriakides, comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, ha apuntado que la Estrategia de Vacunas de la UE “sigue cumpliendo sus objetivos en un momento en que, desgraciadamente, el número de casos de COVID-19 está aumentando de nuevo en toda la unión. La vacuna de Valneva añade otra opción a nuestra extensa cartera, una vez que la Agencia Europea del Medicamento demuestre que es segura y eficaz. Continuamos apoyando a los Estados miembros en sus esfuerzos de vacunación. El mensaje sigue siendo el mismo: confiar en la ciencia y vacunarse, vacunarse y vacunarse”.
Valneva es una empresa europea que desarrolla una vacuna de virus inactivado fabricada a partir del virus vivo a través de la inactivación química. Se trata de una tecnología de vacunas tradicional que se utiliza desde hace 60 o 70 años, con métodos establecidos y un nivel elevado de seguridad. La mayoría de las vacunas contra la gripe y muchas vacunas infantiles utilizan esta tecnología, aportan desde la Comisión Europea. Actualmente, es la única candidata de virus inactivado en fase de ensayos clínicos contra la COVID-19 en Europa. El organismo, con el apoyo de los países integrantes de la UE, ha tomado la decisión de respaldar esta vacuna basándose en una sólida evaluación científica, en la tecnología utilizada, en la experiencia de la empresa en el desarrollo de vacunas y en su capacidad de producción para abastecer a todos los Estados miembros de la unión.
