Tras conocerse los resultados cosechados por la encuesta de opinión anual que realiza el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para el Ministerio de Sanidad, se puede comprobar como los usuarios de la sanidad pública muestran su descontento año tras año. Y es que el barómetro muestra en 2013 una reducción significativa de la valoración que hacen los ciudadanos respecto a los servicios ofrecidos por el sector público, con una estimación positiva de un 66%, casi cinco puntos menos con respecto al año 2012, cuando la cifra de encuestados que se encontraban satisfechos con la sanidad pública española ascendía al 70,6%.
En 2011 el porcentaje fue de un 73,6%. Al desglosar los datos se comprueba que los hombres valoran más negativamente los servicios de la sanidad pública, ya que la caída en su percepción ha descendido un 8,2% entre 2011 y 2013. Las mujeres, también reflejan una pérdida de confianza progresiva en la calidad de la sanidad pública, pero no tan pronunciada, con un 7% menos entre los dos años.
Los ciudadanos solicitan una renovación profunda, dados los continuos recortes y falta de recursos y prestaciones para aquellos pacientes con mayores dificultades económicas. El Defensor del Paciente considera que la realidad de la sanidad pública española es muy diferente al a reflejada en el informe, mostrando su rechazo los resultados del Barómetro Sanitario.
Carmen Flores, presidenta de la organización, considera que “sacar pecho sobre en este momento resulta vergonzoso”, a tenor de la difícil situación que vive la sanidad en España, y cuestiona la metodología y los individuos seleccionados para la realización del estudio.
