La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe en el que alerta de que las enfermedades no transmisibles son causa de 40 millones de muertes al año a nivel global, lo que se traduce en el 70% de los decesos que se producen en el mundo de forma anual. 
Entre las patologías que dicho organismo internacional señala como las que más incidencia tienen en este aspecto se encuentran las dolencias cardiovasculares, responsables de 17,7 millones de fallecimientos al año, el cáncer, de 8,8, las enfermedades respiratorias, de 3,9, y la diabetes, de 1,6.
La OMS pone de manifiesto, a su vez, que este tipo de enfermedades tienen un mayor impacto en los países menos desarrollados, ya que entre un 75 y un 80% de las mismas, es decir, alrededor de 31 millones de fallecimientos, afectan a países con ingresos bajos y medios.
Asimismo, esta organización ha revelado que las dolencias no transmisibles producen, también, muertes prematuras; según datos de la propia agrupación sanitaria internacional, hasta 15 millones de decesos anuales se producen en todo el mundo en la población situada en la horquilla de edad que va desde los 30 a los 69 años.
Según el informe de la OMS, existen ciertos elementos que agravan la incidencia de este tipo de patologías. Desde factores ambientales, como la urbanización desmedida, personales, como la generalización de hábitos de vida poco saludables, ya sea la falta de actividad física o el consumo excesivo de tabaco y alcohol, hasta de la diera, sobre todo la alimentación de mala calidad, por ejemplo, el abuso de sustancias como la sal es la causa de 4,1 millones de muertes al año, son circunstancias que profundizan la repercusión de estas dolencias.
Por último, la OMS hace un llamamiento a instituciones y organismos públicos para que pongan en marcha políticas y campañas que tengan como finalidad reducir el impacto global que tienen las enfermedades no transmisibles, destacando esta problemática debe abordarse de forma integral, desde la educación hasta temas económicos.
