Ayer tuvo comienzo una huelga indefinida de residentes de Medicina y Enfermería en la Comunidad de Madrid ante la negativa de la Consejería de Sanidad de negociar un convenio y mejorar sus condiciones. La huelga será de 24 horas los lunes y el resto de los días será jornada de guardias. Ante esta situación, la Consejería de Sanidad ha establecido servicios mínimos de hasta el 100% y por ello han sido denunciados por el sindicato Amyts.
Fuentes de la Consejería de Sanidad han detallado a Efe la propuesta de servicios mínimos para la huelga convocada por el personal laboral en formación (MIR, PIR, FIR, BIR, QIR y RFIR), que se inició el lunes 13 de julio de 2020 en jornada ordinaria todos los lunes de 8:00 hasta las 15:00 y en jornada complementaria (guardias) los lunes, martes, miércoles, jueves y viernes desde las 15:00 a las 8:00 del día siguiente y los sábados y domingos desde las 8:00 a las 8:00 del día siguiente.
Así, mientras el Gobierno considera que deben trabajar el 100% de los residentes que tengan jornada complementaria (guardias) en el ámbito de Atención Hospitalaria en los días afectados por la huelga, el Comité de Huelga y de Amyts creen lo contrario. “La actividad que desarrolla el personal en formación en los centros sanitarios tiene un carácter esencial para el mantenimiento de otros derechos constitucionalmente protegidos, por lo que es necesario establecer los servicios mínimos propuestos, toda vez que su ausencia puede suponer un peligro para la salud de los pacientes, pudiendo afectar de manera grave a la prestación del servicio de asistencia sanitaria que se realiza”, justifica Sanidad.
Se trata de una visión muy distinta de la del Comité de Huelga y de Amyts, que creen que Sanidad ha impuesto una decisión “unilateral” y unos mínimos “abusivos e intolerables”, según dicen en un comunicado.
Miles de profesionales sanitarios han salido a las calles de Madrid en una manifestación para mostrar su desacuerdo con la actitud de la Comunidad de Madrid. Frente a la sede de la Consejería de Sanidad y frente a la de la Dirección General de Recursos Humanos del SERMAS, los residentes han exigido a la Administración sentarse para alcanzar mejoras reales.“Se trata de una movilización sin precedentes por parte de los residentes en la Comunidad de Madrid, que probablemente no habría concurrido a este nivel sin la asociación de varios factores: unas condiciones previas pésimas y una pandemia que nos ha agotado física, emocional y psicológicamente”, ha descrito Susana Pardo, miembro del Comité de Huelga MIR y de AMYTS.
Lo que pretenden es defender y asegurar espacios de descanso dignos, la libranza tras las guardias, la supervisión directa obligatoria a los residentes de primer año, la presencia mínima de un adjunto por cada cuatro residentes durante las guardias, el cobro de las guardias localizadas o una subida salarial en una de las regiones más caras del país y que peor paga a los residentes son solo algunas de las propuestas que salen del colectivo. Y recalcan que están dispuestos a cancelar la huelga si la Consejería pone sobre la mesa unas propuestas firmes para continuar las negociaciones y se compromete a cumplirlas.
