La Comunidad de Madrid, y más concretamente el Hospital Universitario Severo Ochoa, ha implantado una nueva figura para tratar de mejorar en la calidad asistencial y cuidados a enfermos crónicos que tengan varias patologías. Se trata de la enfermera hospitalaria de enlace, que entre los años 2009 y 2013 atendió a un total de 840 pacientes (434 hombres y 406 mujeres).
El principal objetivo que tiene esta figura es cubrir las necesidades de pacientes y familiares, todo ello mediante una fácil coordinación entre los profesionales de las distintas unidades y niveles asistenciales de los hospitales y centros de atención primaria de la comunidad madrileña.
La enfermera de enlace ofrece asistencia al paciente y al cuidador, priorizando la información y planificando el alta y las necesidades del enfermo, desde el momento de su hospitalización, asegurando la continuidad en el Plan de Cuidados y enlazando intervenciones médicas, sociales, de enfermería ,etc.
Ictus (22,5%), infección respiratoria (11,67%) y pluripatología (10%) son los diagnósticos más atendidos por parte de la enfermera de enlace, teniendo la mayor parte de los afectados edades comprendidas entre los 75 y los 95 años (58% del total). Dentro de los problemas más frecuentes en los cuidados del paciente, destaca el deterioro de la movilidad (27%) o la intolerancia a la actividad (13,6%) entre otros inconvenientes.
Tras la buena acogida recibida por parte de los profesionales sanitarios de los hospitales y de los usuarios afectados, estos resultados fueron presentados durante la I Jornada de Cronicidad y Continuidad Asistencial en el Hospital Universitario Ramón y Cajal, el pasado 11 de junio.
