“Mi función es curar al bebé, pero también dar a los padres la información que les permita ser cada día mejores en su labor”

Jueves, 30 de junio de 2016

por diariodicen.es

Jesús Garrido es pediatra desde hace 15 años, una especialidad que le apasiona y que tras años de experiencia le ha servido para asesorar sobre salud infantil desde una óptica respetuosa. Garrido acaba de publicar Crianza respetuosa, una guía para los padres en el ejercicio del cuidado del bebé.

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Pregunta. Tal y como dice en su libro, “el deporte más extendido del mundo es explicar a los demás cómo criar a los hijos”. ¿Cómo puede llegar a perjudicar a un padre dejarse llevar por opiniones ajenas?

Especialmente volviéndole loco, es decir, generando inseguridad. El problema es que todos opinan, todos tienen su propia opinión y en muchos casos se basa en una experiencia limitada a un solo niño o ni eso.

Recibir multitud de opiniones sin base mezcladas con algunas que pueden resultar útiles produce desorientación y angustia. Porque todos queremos ser lo mejor para nuestros hijos y si no sabes a qué atenerte, andas a ciegas.

P. A lo largo de su experiencia como pediatra, ¿cuál es el error más común en los padres primerizos?

Creer que un bebé tiene que hacer las cosas con una pauta fija: comer una cantidad exacta cada cierto tiempo, dormir unas horas determinadas con horarios fijos, hacer caca de un color, una consistencia, una frecuencia y una cantidad dada… Nos cuesta entender que son como nosotros, cambiantes para adaptarse a un entorno cambiante.

P. Usted fue criado en una familia de siete hermanos. Desde la voz de la experiencia ¿Cree que las familias numerosas que han predominado en la sociedad tradicionalmente son “más favorables” para el desarrollo del niño?

 Sí. Un niño necesita muchas cosas que es más fácil recibir de muchos que de pocos. Un modelo simple es muy limitado. Si un niño convive con una sola persona necesita una dedicación tan intensa de esa persona que resulta agotador y lo que puede ofrecerle es más limitado que lo que puede recibir de un grupo de padres, hermanos, abuelos, tíos, primos más amplio.

Pero eso no significa que necesariamente lleve a una carencia. Puede suplirse esa familia escasa con contactos sociales más amplios y estables. Es una de las razones de ser de los grupos de crianza. 

crianza ok

P. Apunta en su libro que “cualquiera puede tener hijos, pero no todo el mundo está preparado para tenerlos”. ¿A qué retos tuvo que enfrentarse usted como padre?

R. A los mismos que todos los demás:

– A unas ideas preconcebidas que el niño te desmonta una tras otra exigiendo una capacidad de adaptarte que no imaginas.

– Al desafío que supone ser responsable absoluto del bienestar de un ser indefenso al que quieres más que a nada en este mundo.

– A los cambios que te hace vivir un papel nuevo que nunca has afrontado y será uno de tus principales cometidos el resto de tu vida: la paternidad.

Yo tenía tal vez una buena base por mi experiencia de una infancia en la que vi crecer a 4 hermanos menores que yo y de llevar 10 años de pediatra. Pero eso, confrontado a la realidad de ser padre de un bebé concreto y diferente a los demás siempre es un desafío.

P. ¿Es cada niño distinto en cuanto a su personalidad desde el nacimiento, o su comportamiento se configura con la crianza que recibe?

Las dos cosas. Hay cosas que define la genética o se desarrollan ya durante el embarazo. Y una parte mucho más grande que se va creando por interacción con el mundo que nos rodea desde que nacemos.

Viene bien entender lo que hay de base, pero lo que podemos cambiar es lo que se crea por la interacción. Así que lo mejor es centrarse en eso. Especialmente en los primeros años de vida.

P. ¿Qué piensa de aquellas personas que deciden adquirir un bebé reborn?

 ¿Para? Si quieren gastarse 300 € en algo que lo hagan en un buen curso de formación en puericultura. Una opción más barata: el libro Crianza Respetuosa.    

P. La pediatría es una especialidad en la que es imprescindible el trato tanto con los padres como con el niño, se puede hablar incluso de un “doble paciente”, ¿cree que este factor hace de la pediatría una especialidad complicada?, ¿son los padres los pacientes más difíciles de tratar?

 A mí me han dicho muchas veces que sí. Tal vez yo no lo he visto así porque me encanta mi especialidad, y porque asumo que cuando hablo con los padres, cualquier duda o miedo siempre está justificada. Porque si existe y lleva a los padres a consultarme es porque está distorsionando la crianza de su hijo, generando inseguridad y angustia. Mi labor es curar al bebé, pero también es dar a los padres la información que les permita ser cada día mejores en su labor y lograr que la disfruten tanto como sea posible. Solo así podrán aportar a su hijo lo mejor de ellos mismos.

Para alguien que no entienda esto puede ser una especialidad desesperante, pero el problema no es de los padres. Yo creo que ese profesional no debería dedicarse a la pediatría.

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2 Respuestas a ““Mi función es curar al bebé, pero también dar a los padres la información que les permita ser cada día mejores en su labor””

  1. Estimada Pilar: le agradecemos enormemente su comentario y también al entrevistado que, efectivamente, hable de paternidad, que los niños son cosa de dos y eso es una gran asignatura pendiente desde varios frentes. Un cordial saludo!

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