Cada vez suceden más noticias de este tipo. Casos en los que profesionales sanitarios consultan historiales médicos, ya sean de familiares, amigos o enemigos, para encontrar información. Un acto que no está permitido, por lo que está penado.
Mirar el historial clínico
El último caso ha ocurrido en la provincia de Cáceres. Una enfermera del Hospital Campo Arañuelo (Navalmoral de la Mata) entró en varias ocasiones y sin permiso a ver el historial clínico de una de sus primas con la que no tenía ya relación. La Fiscalía pide ahora tres años de cárcel para ella al aprovecharse, según se expone en el escrito de acusación al que ha tenido acceso EFE, “disponía de acceso, con nombre de usuario y clave personal individualizada, al historial clínico de los pacientes de dicho hospital”.
“De este modo, la enfermera entró a través del sistema informatizado para obtener información especialmente protegida, consciente del compromiso de confidencialidad que le incumbía y sin que por su actuación asistencial concurriera motivo que lo justificara”, explican.
El acceso a los datos de la historia clínica se produjo en siete ocasiones entre el 25 de septiembre de 2020 y el 29 de junio de 2021, “si bien no consta acreditado que la acusada hiciera uso de estos datos”. Según la Fiscalía, estos hechos son constitutivos de delito de descubrimiento y revelación de secretos, por lo que procede imponer la pena de tres años y tres meses de prisión. Además, se pide que dicha pena se acompañe de una multa con una cuota diaria de 12 euros durante 22 meses.