Un nuevo decreto obligará a reforzar las garantías de control a la hora de tatuar, hacer piercings y realizar micropigmentaciones. El Consejo de Gobierno de Andalucía ha sustituido la normativa vigente del 2002 por una nueva que, a parte de exigir una mayor higiene, información y supervisión, también simplifica los trámites administrativos necesarios para realizar estas actividades.
Los establecimientos en donde se realicen estos trabajos deberán contar con programas acreditados de desinfección desinsectación y desratización. Esto contrasta con la anterior norma higiénico-sanitaria que únicamente exigía la esterilización de los materiales que se iban a utilizar. Las agujas, las cuchillas, los electrodos, las jeringuillas y la tinta, deberán ser de un solo uso. Otra novedad es que el proceso de esterilización ha de llevarse a cabo por personal técnico con documentos que acrediten su competencia. Los profesionales que tatúen o perforen deberán demostrar su preparación mediante el título de Formación Profesional o certificados que acrediten su capacidad para desarrollar estas actividades. Además, tendrán que estar vacunados de hepatitis B y tétanos.
El área de trabajo ha de estar correctamente iluminada, y el estudio deberá tener una sala dedicada a la esterilización y limpieza, y otra para atender e informar al cliente. Los materiales utilizados, en el caso de los piercings, tendrán que cumplir con un mínimo de calidad. De esta manera se pretende evitar el riesgo de infecciones y de alergias.
El usuario tendrá una cláusula de consentimiento informado en la que se incluirá aspectos genéricos y específicos sobre los cuidados a aplicar, además de información sobre posibles complicaciones.