La directora fundadora de la revista Metas de Enfermería, Pilar Arroyo, acudió al programa de radio ‘Sanará Mañana’. Se trata de un nuevo espacio de la radio Frecuencia Enfermera que nació impulsado por la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN) con el objetivo de convertirse en el referente radiofónico para enfermeras y fisioterapeutas.
En cada programa realizan entrevistas a personalidades destacadas de la enfermería que han contribuido con su trabajo al desarrollo de la profesión. En esta ocasión quisieron contar con Pilar Arroyo, enfermera y directora fundadora de la revista Metas de Enfermería y una de las cuatro españolas que ha sido condecorada con la medalla Florence Nightingale por su trayectoria profesional.
A lo largo del podcast estuvieron analizando cómo ha cambiado el papel de la enfermería y de la profesión durante los últimos 50 años. “Desde que yo terminé la carrera el desarrollo de la enfermería ha ido exponencialmente para arriba y me siento muy orgullosa de haber podido participar y colaborar un poquito en el desarrollo de esta profesión”, explicó. Pilar Arroyo también habló de su experiencia personal, de cómo empezó y cómo era la enseñanza en sus inicios; de los problemas y retos a los que tuvo que enfrentarse y cuáles son a los que se enfrentan ahora las enfermeras desde su visión como enfermera con una larga y extensa experiencia docente. “Antes era distinto, era una profesión bastante supeditada a la medicina, no existía el grado de colaboración que hay ahora, era una relación de subordinación pero sí que es cierto que con el plan de estudios que había cuando yo empecé a estudiar había empezado ya a limitar nuestro propio campo profesional y a diferenciar algunas de las competencias como la gestión de la medicación”, comentó.
Además, también repasaron los momentos claves como la promulgación de estudios del grado, de los distintos papeles de la enfermera en la actualidad y de sus necesidades y deberes admitiendo que, aun estando jubilada, no deja su colaboración con la revista que dirigió durante años y que tanto le ha aportado. “El gusto por la docencia me viene de familia. Mi padre era profesor y siempre he vivido la docencia. Una persona que es un gran referente de la enfermería que fue mi maestra, María Padmón, me invitó, ella estaba entonces de enfermera jefe en la escuela de enfermeras del Hospital Puerta del Hierro y me invitó a entrar en la escuela. Y desde luego en cuanto tuve la oportunidad me fui allí. Cuando me siento delante de los alumnos siento, en primer lugar, siempre siento que tengo la obligación de intentar transmitirles dos cosas fundamentales: el amor por una profesión que implica el reconocimiento de ser feliz con lo que se hace y, en segundo lugar, el conocimiento”, concluyó.
