Más de un año desde que comenzó la pandemia por la COVID-19 y aunque no hay agradecimiento suficiente a los profesionales sanitarios por su labor en esta batalla, son varios los reconocimientos, actos y homenajes que se han ido realizando.
El último tuvo lugar ayer. Un acto de homenaje a la Sanidad Militar para reconocer su trabajo durante la pandemia en una “guerra sin cuartel” al que asistieron, entre otros, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
“No tengo palabras para agradeceros a todos el esfuerzo que habéis hecho, y el que vamos a seguir haciendo”, ha afirmado Robles en sus palabras de reconocimiento a todo el personal médico, farmacéutico, de enfermería, administrativos o personal de limpieza en “esta guerra sin cuartel que hemos librado contra un enemigo tremendo como ha sido el Covid-19” a todo el personal médico, farmacéutico, de enfermería, administrativos, personal de limpieza…, así como todo el equipo humano que hace posible el buen funcionamiento de nuestra sanidad.
“Mi vida dependía de los sanitarios que estaban cuidándonos, no solo el cuidado médico, era la actitud, el cariño, el consuelo. Gracias a ellos mi situación mejoró”, ha expresado Barcia sobre las semanas que pasó ingresado en UCI y planta en el Hospital Central de la Defensa ‘Gómez Ulla, Centro Sanitario de Vida y Esperanza’, un nombre añadido recientemente que cobra más sentido en estos tiempos y que cumple 125 años de historia.
En los peores momentos de la pandemia, sus capacidades hospitalarias y de cuidados intensivos hasta límites inimaginables, con un incremento de camas de un 51% en hospitalización, un 450% en urgencias y un 277% en UCI. También el Hospital General de Zaragoza ha estado plenamente implicado en esta batalla, con un aumento de hasta un 72% de su capacidad de atención a pacientes Covid, y colaborando con el Servicio Aragonés de Salud y otros organismos.
Papel fundamental el que ha jugado también la Farmacia Militar en la crisis sanitaria. Su capacidad de fabricación de hidrogeles, mascarillas, medicamentos… como en la detección del virus (analíticas para determinar IGG e IGM, PCRs o tests de antígenos) y en la vacunación, la ha convertido en un ejemplo para otros países.
Toda la Sanidad Militar ha realizado un esfuerzo admirable, contribuyendo en las operaciones militares ‘Balmis’ y ‘Baluarte’, vacunando al personal civil y militar del Ministerio de Defensa (cerca de 160.000 dosis) y, también, apoyando al Ministerio de Sanidad en la vacunación de nuestros deportistas olímpicos y paralímpicos, o de nuestra selección Nacional de Fútbol para su participación en la Eurocopa (más de 2.000 dosis).
“Vamos a seguir trabajando con el Ministerio de Sanidad, con lo que haga falta, cuando sea necesario”, ha afirmado la ministra de Defensa, dirigiéndose a su homóloga en Sanidad, Carolina Darias.
A partir de ahora hay que extraer lecciones y potenciar la farmacovigilancia, la investigación y los ensayos clínicos. Al mismo tiempo, afrontar nuevos retos como la creación de una Reserva Nacional Estratégica para prevenir futuras crisis y emergencias o seguir impulsando en el seno de la Unión Europea un cuerpo de sanidad militar europea.
