El Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha una iniciativa para sensibilizar sobre el uso responsable de los antibióticos, en el contexto del Plan Nacional frente a la Resistencia a este tipo de fármacos, e impulsada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que estará en vigor hasta el próximo 24 de noviembre, fecha de conclusión de la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos. 
Así, de acuerdo con lo expuesto por la entidad ministerial en un comunicado, el objetivo de esta campaña, organizada bajo el lema “Los antibióticos NO valen para todo”, pasa por hacer ver el riesgo que supone para la salud el empleo excesivo e inadecuado de dichos medicamentos, una de las principales razones del desarrollo de bacterias resistentes, enfatizando en el perjuicio que puede causar utilizar un instrumento erróneo para una tarea concreta.
En este sentido, del argumento del vídeo de esta iniciativa se desprende que el autoconsumo para el tratamiento de infecciones víricas como la gripe o un resfriado es un comportamiento equivocado que puede desembocar en dichas resistencias y poner en peligro la eficacia de esta terapia en futuras necesidades. Para ampliar información sobre la campaña, se puede acceder al siguiente enlace.
Según la información ofrecida en la citada nota informativa, la aparición de este tipo de bacterias es uno de los riesgos más grandes en la medicina actual. Así, en Europa, cerca de 33.000 personas mueren, de forma anual, a causa de infecciones hospitalarias provocadas por bacterias multirresistentes; en España, de acuerdo con los datos del Registro del Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD), la cifra se sitúa en 3.000.
Por otra parte, señalan desde el ministerio, los datos del Eurobarómetro de la Comisión Europea sobre los conocimientos de la población con respecto a los antibióticos ponen de manifiesto que el porcentaje de la ciudadanía que en España piensa, de forma errónea, que los antibióticos sirven para curar un resfriado ha descendido del 45 al 36%, siendo esta una de las mayores bajadas en la Unión Europea, y del 47 al 42% en aquellos que afirman haber consumido estos fármacos en el último año. A pesar de ello, supera la media comunitaria en este ámbito, que se sitúa en el 28 y 32%, respectivamente.
