Últimamente los problemas gastrointestinales han aumentado y también lo que se habla de ellos en las diferentes redes sociales o en las búsquedas de Internet. Especialmente las consultas se han llenado de pacientes que piden que se le realicen pruebas de detección de SIBO, una enfermedad gastrointestinal que cada vez se diagnostica con más frecuencia, y de la que muchas influencers hablan en redes sociales contando que la padecen, pero ¿qué es y qué síntomas tiene?
SIBO
El SIBO se trata de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado. Se llama así por sus siglas en inglés Small Intestine Bacterial Overgrowth y provoca una excesiva proliferación de bacterias en el intestino delgado en vez de estar en el intestino grueso.
Se produce por un desequilibrio en la flora bacteriana y en la actualidad aún se está investigando porque no se conocen las causas que lo producen. Este problema es un trastorno frecuente, pero está poco diagnosticado y la persona que lo sufre tiende a desarrollar inflamación crónica en la mucosa intestinal y con ello, molestias digestivas.
Diagnóstico del SIBO
Hay que tener en cuenta que el origen está en las bacterias del intestino grueso que se trasladan a vivir al intestino delgado, sin embargo, no todos los que presentan síntomas tienen por qué padecerlo.
El diagnóstico del SIBO hoy en día se realiza fundamentalmente con el test del aliento o test de aire espirado para sobrecrecimiento bacteriano. En una persona sana el hidrógeno y el metano se producen solo en el intestino grueso, pero en caso de SIBO se producen también en el intestino delgado.
Las pruebas comunes incluyen:
- Prueba de aliento. Este tipo de prueba no invasiva mide la cantidad de hidrógeno o metano que se exhala después de beber una mezcla de glucosa y agua. Un rápido aumento del hidrógeno o del metano exhalado puede indicar un crecimiento excesivo de las bacterias en el intestino delgado. Aunque está ampliamente disponible, la prueba de aliento es menos específica que otros tipos de pruebas para diagnosticar el sobrecrecimiento bacteriano.
- Aspirado del intestino delgado y cultivo de líquidos. Esta es actualmente la prueba estándar principal para el sobrecrecimiento bacteriano. Para obtener la muestra del líquido, los médicos pasan un tubo largo y flexible (endoscopio) por la garganta y a través del tubo digestivo superior hasta llegar al intestino delgado. Se extrae una muestra del líquido intestinal y después se la analiza en un laboratorio para ver si existe crecimiento de bacterias.
- Además de estos exámenes, el médico puede recomendar un análisis de sangre para buscar la deficiencia de vitaminas o una evaluación de las heces para comprobar la malabsorción de grasa. En algunos casos, también puede solicitar pruebas de imagen, como radiografías, tomografía computarizada o resonancia magnética para buscar anomalías estructurales del intestino.
Además del diagnóstico del SIBO en sí es importante buscar la causa del sobrecrecimiento bacteriano, y tener en cuenta que un paciente con SIBO puede tener varias causas concurrentes.
Tratamiento del SIBO
Para tratar el SIBO debemos actuar en tres niveles:
Controlar y tratar la causa del sobrecrecimiento bacteriano, ya sea por una patología de base, cirugía, senescencia, etc.
Tratamiento para erradicar el sobrecrecimiento y equilibrio de la flora bacteriana, por medio de antibioterapia y otros métodos naturales coadyuvantes muy efectivos.
De forma concomitante, se deberán corregir los déficits nutricionales y pautar una dieta acorde a las necesidades del paciente. A la vez se tendrá que emplear el tratamiento médico pertinente.
Un problema de moda
En la actualidad hay un problema con el SIBO, y es que ha habido un crecimiento enorme de personas que, a través de las redes sociales, aseguran padecerlo. En Instagram o en TikTok cuentan que padecen esta enfermedad y detallan los síntomas y los tratamientos o dietas que siguen para combatirlo.
Un problema grave puesto que está habiendo excesos de diagnósticos por similitud de síntomas, que en su mayoría no son verdad. Tener en cuenta que se trata de un problema que debe ser diagnosticado por un especialista.
