“Un paciente no debuta con asma grave. Los recién diagnosticados pueden subestimar su enfermedad y valorar con suficiente importancia los factores de riesgo”

Jueves, 18 de noviembre de 2021

por diariodicen.es

Yolanda García y Carmen Campos son enfermeras en la Unidad de Asma Grave del Hospital Fundación Alcorcón, ubicado en la Comunidad de Madrid. Según cuentan ellas mismas, en estos servicios se desarrollan actividades asistenciales, de educación y también de gestión de la unidad. “Al ser un equipo multidisciplinar, los diferentes tratamientos biológicos que tienen prescritos los pacientes necesitan una coordinación con la unidad de farmacia”, para abordar a este tipo de pacientes “complejos, habitualmente con comorbilidades, como obesidad, síndrome de apnea del sueño, ansiedad… en los que su enfermedad interfiere de manera importante con las actividades de la vida diaria” y cuyo principal factor de riesgo es el tabaquismo, pero también son importantes la enfermedad respiratoria exacerbada por AAS, la exposición a alérgenos, el asma inducido por ejercicio o el asma relacionado con el puesto de trabajo u ocupacional”, explican. Nos atienden para hablar de su labor diaria en la Unidad de Asma Grave, de las principales necesidades de los pacientes, a los que les puede costar aceptar que el asma es una enfermedad crónica, y de la importancia de la educación para la salud y la adherencia a los tratamientos, especialmente a los biológicos, ya que “la mejoría tanto clínica como subjetiva de la mayoría de los pacientes que inician este tipo de terapia es muy grande”, en el manejo de esta patología.

© Hospital Universitario Fundación Alcorcón

Pregunta. ¿Qué cuadro clínico suele estar presente en los pacientes que acuden a la Unidad de Asma Grave?

Respuesta. Son pacientes diagnosticados de asma en nuestra unidad que no consiguen mejorar o controlar su enfermedad a pesar del amplio abanico de fármacos convencionales disponibles y que precisan un seguimiento más estrecho y una terapia más específica. Se trata de pacientes complejos, con múltiples factores de riesgo y con mayor peligro de exacerbaciones e ingresos hospitalarios.

P. ¿Cuáles son las labores de las enfermeras en un servicio de este tipo?

R. Realizamos actividades fundamentalmente asistenciales, de educación y también de gestión de la unidad. Al ser un equipo multidisciplinar, los diferentes tratamientos biológicos que tienen prescritos los pacientes necesitan una coordinación con la unidad de farmacia: solicitud a farmacia de forma mensual, control de la periodicidad de la administración del tratamiento, gestión de las citas de asistencia a la unidad para su administración.

P. ¿Cómo es el día a día en la Unidad de Asma Grave?

R. La atención a los pacientes está dividida en dos partes. Por un lado, el día de la consulta médica se les realizan diferentes pruebas de función pulmonar para comprobar su estado actual, se les ayuda a rellenar los diferentes test de control de su asma y de adhesión al tratamiento y se les imparte educación sanitaria respecto al tratamiento que toma en su domicilio.

Por otro, los afectados también son atendidos por el personal de enfermería cuando acude para la administración del tratamiento biológico, según la periodicidad que indique el médico especialista, y también se reevalúa su estado; y, en caso de empeoramiento o exacerbaciones, se informa inmediatamente al facultativo.

P. ¿Qué técnicas o procedimientos de enfermería se emplean con mayor asiduidad?

R. Las pruebas indicadas para el control de los pacientes con asma grave son, principalmente, la espirometría forzada con prueba de broncodilatación y medición de óxido nítrico exhalado. La administración de los tratamientos biológicos omalizumab, mepolizumab y benralizumab se produce por vía subcutánea, y la de reslizumab, por vía intravenosa.

En todos los casos, los pacientes permanecen en la unidad 30 minutos tras la administración para poder valorar posibles reacciones adversas al tratamiento.

P. ¿Qué necesidades presentan, de forma más habitual, los pacientes con esta patología?

R. Los afectados de asma grave son, en general, pacientes complejos, habitualmente con comorbilidades, como obesidad, síndrome de apnea del sueño, ansiedad… en los que su enfermedad interfiere de manera importante con las actividades de la vida diaria, por lo que se preocupan por posibles exacerbaciones que puedan derivar en un ingreso hospitalario.

P. ¿Cómo dan respuesta las enfermeras a dichas necesidades?

R. El seguimiento tan estrecho que las enfermeras hacen con estos pacientes, que pueden tener consulta con las profesionales hasta cada 15 días para la administración del tratamiento biológico, nos permite darles apoyo en su autocuidado a través de la educación sanitaria, recordando y reevaluando el manejo correcto de los dispositivos inhalados.

También impartimos formación, dirigida a los pacientes y/o a los cuidadores principales, en el manejo y autoadministración de los dispositivos inyectables de los tratamientos biológicos, en los casos que, por prescripción facultativa, puedan continuar con ese tratamiento de forma domiciliaria.

P. Según su experiencia, ¿cuáles son los factores de riesgo que agravan el asma?

R. Fundamentalmente el tabaquismo, pero también son importantes otros como la enfermedad respiratoria exacerbada por AAS, la exposición a alérgenos, el asma inducido por ejercicio o el asma relacionado con el puesto de trabajo u ocupacional.

Hay que tener en cuenta que un paciente no debuta con un asma grave. Los recién diagnosticados pueden subestimar su enfermedad y no valorar con suficiente importancia los factores de riesgo del asma. También les cuesta aceptar que el asma es una enfermedad crónica, por lo que muchas veces, hasta que no sufren una crisis, no ponen en valor las indicaciones que les da la enfermera desde la consulta especializada.

P. ¿Qué síntomas ha podido observar con mayor frecuencia en su práctica diaria?

R. Los síntomas que suelen presentar son tos con o sin expectoración, disnea, sibilancias y en algunos casos sensación de opresión torácica.

P. ¿Qué tratamientos son los que, durante su ejercicio en la Unidad de Asma Grave, han probado tener una mayor eficacia a la hora de abordar la enfermedad?

R. Los tratamientos biológicos. La mejoría tanto clínica como subjetiva de la mayoría de los pacientes que inician este tipo de terapia es muy grande. Esto es algo que nos cuentan con mucha satisfacción cuando acuden a la consulta.

P. ¿Qué importancia tiene la educación para la salud en los pacientes de asma grave?

R. La educación terapéutica de enfermería se considera elemento clave para el correcto manejo y control del asma. La importancia de esta labor está reflejada en múltiples protocolos y guías de actuación. La figura de la enfermera de práctica avanzada en asma grave está descrita como fundamental en la atención al paciente con esta patología.

P. ¿Y la adherencia a los tratamientos?

R. Junto con la educación para la salud, es el segundo punto fundamental para un correcto manejo de la enfermedad. Con una buena educación se consigue una mayor adherencia al tratamiento.

P. ¿Qué papel tienen las enfermeras en la educación para la salud y la adherencia al tratamiento?

R. El objetivo de las enfermeras de la Unidad de Asma Grave, a través de la educación para la salud y la adherencia al tratamiento, es conseguir que los pacientes sean capaces de identificar y controlar los síntomas de su asma, con un uso correcto de su tratamiento. De ese modo conseguiremos mejorar su calidad de vida en todos los ámbitos relacionados con el asma.

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