El brote de ébola que ha aparecido en la República del Congo ha alertado a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya lo ha declarado como emergencia sanitaria a nivel internacional y añade que ningún país debería cerrar las fronteras ni establecer restricciones por este motivo ya que el riesgo de expansión es “muy alto” en la región y “bajo” fuera de la zona.
Todo esto se ha dado a conocer durante la reunión celebrada de urgencia a raíz del caso detectado en la ciudad de Goma, ubicada al este del Congo, y cerca de la frontera con Uganda. Al parecer el primer caso de ébola en esta zona se trataba de un pastor evangelista que viajó y, tras presentar los primeros síntomas, se dirigió a una clínica. Poco después fue trasladado para ser atendido en un centro sanitario especializado que ya estaba preparado para estos casos, pero finalmente falleció pocos días después.
Aunque aún no hay pruebas aún de una transmisión local del ébola en Goma, RDC o Uganda, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recalcó que estos casos se pueden expandir geográficamente pero recuerda la necesidad de no cerrar fronteras, ni siquiera para el comercio, y ha querido expresar su decepción por los retrasos que está habiendo en la financiación de la ayuda. “Las restricciones comerciales o de viaje no servirán para ningún propósito útil. Si se instauran, se forzaría mucha gente a usar pasos fronterizos informales y no vigilados, algo que incrementaría el potencial de expansión de la enfermedad”.
Hasta la fecha, y según los últimos datos del Ministerio de Salud congoleño, se han detectado un total de 2.512 casos (2.418 confirmados y 94 probables) y 1.676 muertes a causa del brote, por ello también han declarado la emergencia sanitaria mundial, una medida excepcional que tan solo ha sido declarada 4 veces por la OMS.
