La semana pasada se conocía el descubrimiento de una nueva variante de la COVID-19 que preocupa bastante a los expertos. Fue identificada en Sudáfrica pero ha ido expandiéndose rápidamente por diferentes países de la Unión Europea, Reino Unido, Hong Kong e incluso Israel y Australia, algo que ha influido en el aumento que se ha producido de la administración de primeras dosis de la vacuna.
La variante Ómicron ha generado un alto nivel de alerta y preocupa que la situación se agrave de cara a la Navidad. La OMS ya ha advertido de que tiene un riesgo global de propagación alto “dadas las mutaciones que pueden conferir un potencial de escape inmunológico y posiblemente una ventaja de transmisibilidad”. La OMS espera que se produzcan “casos e infecciones en las personas vacunadas”, aunque “en una proporción pequeña y predecible en relación con los valores de eficacia de la vacuna”. “A pesar de las incertidumbres, es razonable suponer que las vacunas disponibles actualmente ofrecen cierta protección contra la enfermedad grave y la muerte”, explican.
Y mientras la nueva variante se sigue extendiendo por el mundo y la tasa de incidencia sigue aumentando, llegando también a España, se siguen tomando medidas para atajar el problema. En esta última semana ha habido un importante incremento de inoculación de primeras dosis de la vacuna, llegando a aumentar un 50%. Un crecimiento que coincide con el repunte de contagios, la llegada de la nueva variante y la implantación del pasaporte covid en varias comunidades autónomas.
Así se desprende del informe de vacunación del Ministerio de Sanidad, del que se extrae que en la semana del 15 al 21 de noviembre se sumaron a la campaña 66.443 ciudadanos indecisos o que habían postergado su primer pinchazo, mientras que la semana pasada (del 22 al 28) la cifra casi se duplicó con 128.732 primeras dosis administradas. Así, los datos de Sanidad indican que el 1 de octubre había 4.082.296 ciudadanos aún sin vacunar, sin ninguna dosis, un umbral que parecía estar estancado, pero que ha ido bajando a lo largo de este mes, de forma que ahora son 3.820.069 los que siguen sin vacunar, tras culminar en noviembre más de 262.000 españoles el proceso, informa Efe.
