El intrusismo laboral también afecta a la medicina estética. En los últimos años ha aumentado mucho llegando a recibir la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) más de 300 denuncian por intrusismo. Un problema que puede afectar gravemente a la salud de los pacientes que se ponen en manos de personas que no tienen la formación requerida y que la mayoría de las veces no inyectan productos homologados para uso sanitario pudiendo tener secuelas importantes.
A raíz de todo esto, el BOE ha publicado la orden ministerial por la que se modifica el decreto que establece las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios.
Con el aumento de intervenciones quirúrgicas estéticas y la proliferación de centros que las ofrecen se ha generado una creciente demanda social y sanitaria para que se controle mejor esta actividad. Esta modificación busca garantizar que estos procedimientos sean realizados exclusivamente por profesionales con la formación y titulación adecuadas.
En septiembre de 2022, en respuesta a esta necesidad, el Congreso de los Diputados aprobó una Proposición no de Ley instando al Gobierno a modificar el Real Decreto 1277/2003, con el objetivo de reforzar la normativa para prevenir el intrusismo y asegurar que todas las actividades sanitarias sean llevadas a cabo por profesionales debidamente cualificados.
Con esta orden se actualiza la definición de la Unidad Asistencial de Cirugía Estética, que aparece en el anexo II del Real Decreto 1277/2003, y que engloba todas las actividades y procedimientos relacionados con la cirugía estética.
Limitaciones en medicina estética
El objetivo, tal y como explican desde el Ministerio de Sanidad, es restringir la realización de procedimientos de cirugía estética únicamente a aquellos profesionales que hayan recibido la formación específica necesaria dentro de su programa formativo. Además, solo podrán llevar a cabo estas cirugías en las áreas que estén directamente relacionadas con su especialidad médica.
Solamente podrán realizar este tipo de operaciones los médicos con la especialidad en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora u otra especialidad quirúrgica o médico-quirúrgica que incluya competencias en cirugía estética en su programa formativo oficial.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha querido compartir la noticia a través de un video y ha resaltado que: “Esta medida es, sin duda, una victoria enorme para la familia de Sara, una mujer que desgraciadamente perdió la vida tras someterse a una intervención en un centro de estética que no contaba con las garantías necesarias. La lucha de su familia ha sido clave para lograr este cambio tan importante”.
Con esta Orden Ministerial, ha dicho, “damos un paso importante hacia un sistema de salud más seguro, para que tragedias como la de Sara no vuelvan a ocurrir”.