El Servicio Andaluz de Salud (SAS) tendrá que pagar la mayor indemnización por negligencias médicas. En concreto tendrá que abonar 4,2 millones de euros a una menor por los errores que se cometieron en el parto en un hospital de Sevilla que provocaron al bebé graves daños: parálisis cerebral, tetraparesia grave, retraso psicomotor y ceguera.
Tal y como aparece en la sentencia, la aseguradora del SAS indemnizará con 2,7 millones de euros a la menor afectada por las secuelas, y el resto de dinero será abonado por el propio SAS. El dinero corresponde a las secuelas producidas en el parto a la menor por los errores médicos y por intereses, demora y costas.
Al parecer, la menor ingresó tras romper aguas y en ese momento detectaron la presencia de meconio, algo que obliga a adelantar el parto por el posible riesgo para el bebé. Sin embargo la cesarea no se realizó hasta casi 4 horas después. La falta de control del parto, la ausencia de toma del pH de calota fetal y la demora en la indicación y realización de la cesárea dieron lugar a las secuelas que sufre el bebé.
“La cesárea fue tardíamente indicada y practicada, produciéndose un sufrimiento fetal agudo con hipoxia-isquemia, presentando la nacida a los 30 minutos de vida quejido y aleteo nasal, característico de esa falta de oxigenación. Existió relación causal entre la hipoxia intraparto y las lesiones neurológicas”, justifican los jueces.
“Según la sentencia, la valoración probatoria documentales y periciales médicas practicadas permiten establecer sin duda la relación causal entre la incorrecta asistencia durante el parto y el resultado de daños desproporcionados que carecen de justificación e incompatibles con un resultado normal y esperado en un parto de un feto sano durante la gestación”.