El Hospital Virgen Macarena, ubicado en Sevilla, ha cooperado, a lo largo del pasado año, en la medicalización de siete residencias de mayores afectadas por brotes de COVID-19, según informan desde el propio centro en una nota de prensa. La labor llevada a cabo por la sección de hospitalización domiciliaria del servicio de medicina interna se orientó a asegurar, junto a los profesionales de Atención Primaria, que 208 ancianos residentes infectados recibieran una asistencia similar a la que hubieran tenido en un hospital, sin necesidad de traslado.
La colaboración del hospital en la gestión de casos de coronavirus en residencias durante el 2020 ha girado en torno a la participación y el asesoramiento a los equipos de enfermería gestores de casos y los médicos de los centros de salud, facilitando protocolos asistenciales, proveyendo todo tipo de recursos humanos, medicación y fungibles. Asimismo, en torno a la canalización de medidas terapéuticas respiratorias, ejerciendo de enlace entre la dirección de las residencias de ancianos y determinados servicios del ámbito sanitario, como neumología.
En todos los casos, destacan en el mencionado comunicado, se puso en marcha un comité de gestión del brote, con la labor de los participantes definida, modos de intervención ante la identificación de casos, las funciones que debería desarrollar la figura del coordinador y la inspección de cada residencia para optimizar a sectorización y los circuitos asistenciales programados. En este sentido, en cada una de las residencias y centros en los que el centro contribuyó con su coordinación y apoyo en la contención de la pandemia se priorizó la atención a los profesionales. El objetivo de ello pasaba por prevenir contagios entre el colectivo, ofreciéndole recursos, formación e incluso apoyo psicológico.
Además de la coordinación de la medicalización de dichos centros sociosanitarios, explican desde el Virgen Macarena, el hospital reforzó la asistencia frente a los casos de contagios de COVID-19 producidos en el centro para personas sin hogar Miguel de Mañara y el centro Aturem, destinado a personas con trastorno mental grave.
