La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una nuevo plan sobre las enfermedades tropicales desatendidas para abordar 20 patologías que afectan a alrededor de 1.000 millones de personas, principalmente, en situación de pobreza en ubicaciones en las que el acceso a servicios de salud de calidad, agua potable y saneamiento es escaso.
Algunos de los propósitos de esta hoja de ruta, informan desde el propio organismo en un comunicado, pasan por erradicar la dracunculosis y el pian y reducir en un 90% las necesidades de las enfermedades tropicales desatendidas desde este año al 2030. Asimismo, se pretende promover las medidas programáticas y “darles un nuevo impulso proponiendo acciones concretas a través de plataformas integradas de prestación de servicios que permitan aumentar la rentabilidad y la cobertura de los programas”.
l plan, denominado “Poner fin a la desatención para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, cuenta con el refrendo de la 73ª Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en noviembre del pasado año. En este sentido, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ha señalado que para “acabar con el azote de las enfermedades tropicales desatendidas tenemos que cambiar con urgencia nuestra forma de actuar. Necesitamos intensificar nuestros esfuerzos y colaborar para encontrar nuevas formas de prevenir y tratar todas estas enfermedades y atender a todas las personas afectadas”.
Así, este programa se ha puesto en marcha para dar respuesta a las “carencias importantes” que son comunes al respecto de varias enfermedades, a través de la integración y la simplificación de los métodos y las acciones aplicados por la sanidad de los países y por varios sectores, destacan en la citada nota informativa.
El doctor Mwelecele Ntuli Malecela, director del Departamento de Control de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS, ha puesto de manifiesto, por su parte, que el rasgo “principal de esta hoja de ruta es que pone el foco en las personas. Con este fin, debemos desarrollar una acción multisectorial para aplicar programas que abarquen las 20 patologías y promover la equidad y la participación de cada país. Para logarlo, los programas deben ser sostenibles, basarse en objetivos cuantificables y contar con una financiación interna suficiente en cada país”.
Para elaborar dicha hoja de ruta se realizó un proceso de consultas con estados, asociados, partes interesadas y el colectivo científico y universitario. Con ello, las acciones programáticas incluidas podrán evaluarse, revisarse y ajustarse a lo largo de estos años venideros para implantar objetivos intermedios y metas claras. Asimismo, se ha propuesto habilitar a las autoridades nacionales y locales, lo que incluye a las comunidades, para asumir una mayor responsabilidad para implementar las medidas.
De esta forma, apuntan desde la Organización Mundial de la Salud, los objetivos generales que se han establecido hasta 2030 son disminuir en un 90% el número de personas que precisan tratamientos para este tipo de dolencias, conseguir que se haya erradicado al menos una de ellas en 100 países o, entre otros, eliminar un mínimo de dos de estas enfermedades. Por otro lado, se llevará a cabo un seguimiento de diez propósitos transversales y de metas específicas para cada patología, como reducir en más de 75% los fallecimientos por las transmitidas por vectores, como el dengue, fomentar el acceso universal a los servicios básicos de agua, saneamiento e higiene en las ubicaciones en las que las enfermedades tropicales desatendidas son endémicas y mejorar la recogida y la comunicación de información, desglosada por sexos, a este respecto.
