La Federación de Asociación de Madres y Padres del Alumnado (FAMPA) de enseñanza pública de Huelva ha galardonado, con uno de sus premios anuales, a las enfermeras referentes de COVID-19 del Servicio Andaluz de Salud para los centros educativos, con el objetivo de distinguir el trabajo que desempeñan en materia de prevención y abordaje del coronavirus en este contexto.
En este sentido, de acuerdo con lo expuesto por la Junta de Andalucía en un comunicado, CODAPA, la Confederación de Madres y Padres de Alumnado de la región, ha extendido este premio a todas estas enfermeras a escala autonómica, y será recogido por el equipo de enfermería de Huelva, como representación de todo el colectivo, en el acto de entrega del galardón, que se celebrará el próximo mes de junio.
La Consejería de Salud implantó, al comienzo del curso, un equipo de enfermeras referentes de COVID-19, encargadas, de forma exclusiva, a los centros de educación de la comunidad, para prevenir y atender los casos que se dieran en el ámbito escolar, en una actuación contextualizada en las medidas puestas en marcha por el Gobierno andaluz para promover la presencialidad segura en las aulas en la pandemia. Su labor se orienta a la elaboración de actuaciones de asesoramiento, información, asistencia sanitaria, vigilancia y seguimiento, en colaboración con los coordinadores de COVID-19 nombrados por la Consejería de Educación en cada centro, lo que posibilita poner en marcha y aplicar medidas tempranas de prevención y contención del virus.
En el contexto de la provincia de Huelva, este equipo está compuesto, de acuerdo con los datos aportados en la citada nota informativa, por 26 enfermeras, dependientes de distintos distritos de Atención Primaria; cada zona de salud cuenta con una, en total, 22, más una responsable por distrito, hasta tres, y la coordinadora de toda la red, a escala provincial.
Las enfermeras referentes de COVID-19 en el ámbito escolar, explican desde el Ejecutivo de la autonomía, hacen las veces del enlace directo de la sanidad pública andaluza con todos los centros educativos de la provincia en sus diferentes niveles de enseñanza, en coordinación y colaboración con las unidades de epidemiología de cada distrito. Así, las profesionales tienen un dispositivo telefónico con el que se comunican con el responsable de COVID-19 de cada colegio, de 8 a 15 h, para recibir cualquier incidencia y cuestiones que se planteen desde estos centros. Asimismo, un grupo permanece de guardia en las tardes, y hasta en fin de semana, para segurar la cobertura ininterrumpida de las necesidades o contingencias que puedan darse fuera del horario lectivo, como seguimiento de pruebas pendientes, entre otras.
El trabajo diario comienza al establecer si las ausencias de estudiantes o de personal se relacionan con contagios. Así, se conectan a una plataforma telemática, implantada específicamente para que los referentes dejen constancia de los nombres de los posibles casos y, entonces, se pongan en marcha las intervenciones necesarias y se pidan las pruebas PCR que estimen oportunas. En caso de ser necesario, continúan, por otro lado, por la cantidad de casos que analizar, el equipo cuenta con el apoyo de otras enfermeras de centros de salud para reforzar, entre otras labores, el estudio de casos y la solicitud de test diagnósticos, además del de pediatras y médicos de familia, si fuera requerida la derivación de alguno de los pacientes.
