José Carlos Herrera, conocido artísticamente como Neno Herrera, es enfermero y artista multidisciplinar, “artista metafísico”, según su propia descripción. La pintura, el dibujo, la escultura y la enfermería son algunas de las disciplinas que compagina en su día a día este profesional que nos atiende para hablar de su concepción del arte y de cómo este influye en su práctica enfermera.
Pregunta: En su web se define como un “artista metafísico”, ¿qué es el arte metafísico?
Respuesta: Entender y que se nos entienda en el arte y en la vida es un propósito maravilloso. Pero para eso hay que profundizar y mirar las cosas y lo que nos rodea desde un punto de vista más amplio. ¡Quizá si fuera posible armonizar más lo que hacemos y lo que decimos! Eso implica lentitud y parar. Intento ver más allá del arte.
Hoy día lo que queremos lo queremos rápido y ya. Queremos ver y abarcar un paisaje, queremos dibujar lo que vemos y al alumnado adulto le cuesta simplificar. En mis clases de dibujo y pintura nos relacionamos de una manera diferente con lo que aprendemos. Todo eso es posible, pero antes de nada hay que aprender a observar. Y observar implica un sendero completamente nuevo.
P.: También se define como un artista multidisciplinar, ¿cómo entiende usted el arte?
R.: Todo acontece, todo se expresa, absolutamente. Lo que ocurre es que hay que estar ahí, expectante y quieto. Entonces, y solo entonces, te llega una corriente de sutil información. Incluso las mejores informaciones y disciplinas vienen de la incertidumbre y los fracasos. Aunque sepas mucho de algo no significa que todo esté ahí. Un día el arte te llama y te dice que hagas todo al revés. Es decir, te está pidiendo un salto a otras fuentes. Un ejemplo muy sencillo y práctico: a la hora de abocetar y hacer un estudio de un paisaje, llevar a cabo una respiración diafragmática profunda es utilísimo. ¡Te acerca a una realidad dentro y fuera más rica!
Llega el día que sabes decir sí a todo eso, implica aprender a conocerse y eso te lleva a una cosa y después a otra. Las disciplinas te las trae la vida y, cómo no, un buen fracaso. En las pinturas y dibujos el artista debe armonizar y expresar su sosiego y su miedo, no aferrarse a un conocimiento único implica profundizar. Y nunca se termina de aprender, no hay techo ni se puede abarcar todo. Solo tienes que tener un sólido conocimiento artístico y seguir incansable, con perseverancia
P.: ¿Cuáles son esas otras disciplinas artísticas en que se desenvuelve?
R.: Me apasiona toda la estética que envuelven las artes. En ella están y florecen paradigmas maravillosos. Por eso aprendí en 1990 en Valencia a modelar y estudiar el barro. Antes ya hacía historietas en periódicos como ilustrador. El cómic es una de las puertas de entrada de la vocación artística, aprendes mucho de los grandes ilustradores, de su magia, sus reveladores trazos… Por eso hice escultura y dibujo artístico a la vez. Luego vinieron la pintura y una pasión desbordante por ella
P.: Es principalmente conocido por la pintura, ¿qué vocación fue primero, la pictórica o la enfermera?
R.: Desde que era un niño me llamaba la atención el dibujo y lo practicaba, mi vocación es inicialmente artística. Tuve la suerte de coincidir con los más importantes ilustradores de Málaga, Pachi e Idígoras; Pachi justamente coincidió dos cursos en la mesa de al lado. Mi padre también traía mucha literatura de cómics a casa. El arte puede nacer también más tarde, pero es verdad que un buen maestro, como en todo, es determinante
P.: ¿Cómo empezó en el mundo del arte? ¿Cómo compagina ambas facetas?
R.: El mundo del arte se expande en ti de una manera más rotunda cuando lo expresas para los demás. Empecé clases de pintura en los 90, antes ya sabía escultura, técnicas del color y dibujo. Y es verdad que me enriqueció empezar en 2008 a dar clases. No es fácil ser y trabajar de enfermero y tener tiempo para pintar, pero a veces la vida trae regalitos, un estudio enorme y una mujer que te comprende y unos hijos maravillosos. Todo ello facilita mucho el papel de artista y enfermero.
P.: Desde su punto de vista, ¿le ha influido la enfermería a la hora de pintar o de expresarse artísticamente? ¿Cómo cree que se refleja su labor enfermera en su arte?
R.: Los niños. Ya debería terminar aquí mis palabras. Los niños cuando son pacientes ingresados se merecen el doble de todo. Y nunca estaré más agradecido a la vida por saber dibujar para ellos mientras trabajo. En las sábanas de sus camas, sus almohadas, cualquier suero gastado…
Les pregunto qué quieren que les dibuje y realizo leones, perros, dinosaurios, unicornios…. Son “su mundo” que se transforma cuando dibujas; ver a un enfermero de uniforme, para ellos, y que les lleve un poquito de magia, me imagino que debe de ser un cambio y otra forma de ver el hospital. Confieso que ya han venido de la lavandería a buscar a la persona que deja animalitos y dibujos en la lencería del hospital. Pero merece la pena una reprimenda. Además, ya he encontrado una tinta que se quita al lavar. Todo esto es una labor terapéutica para ellos y sus padres. El arte humaniza en todos los ámbitos.
P.: Y, por otro lado, ¿le ha ayudado su faceta artística a la hora de atender o de comunicarse con sus pacientes?
R.: Quizá es una barbaridad lo que voy a decir, pero así lo creo y siento: debería ampliarse con alguna disciplina artística la Enfermería. Ahí lo dejo. Pero lo primero que hago cuando me presento a mis niños ingresados es preguntarles si saben dibujar. Y ahí empieza un acercamiento que me imagino por sus expresiones que les ayuda. ¡A la hora de acercarse a un niño hay que ser un poco como ellos, y si eres un enfermero que sabe dibujar, mejor! Eso para mí no tiene precio.
P.: Según su experiencia, ¿cómo se relacionan estas dos disciplinas?
R.: Se relacionan porque son lo mismo. Cuidamos y hacemos nuevos todos los paradigmas si queremos. Muchas técnicas de las que puede hacer un enfermero son una oportunidad para un cambio. Tenemos esa opción en cualquier momento. Para un artista ya es tener ventaja, pero ha salido solo; quizá cuando no buscamos algo es cuando aparece y, además, sirve para mejorar la vida de los demás. Y humanizar debería ser la primera meta.
P.: ¿En qué proyectos tiene previsto embarcarse en el futuro?
R.: El primer proyecto ya fue como pintar la Capilla Sixtina. Poder ilustrar toda una planta de niños ingresados y sus habitaciones… La vida ya me ha dado todo lo que puede anhelar un artista. Es un privilegio. Actualmente en Málaga estoy ilustrando la historia de La Colonia Sta. Inés. Son 200 metros de una gran avenida. Tengo 12 bancos para ilustrarlos con la historia del barro y la cerámica de este barrio protegido por patrimonio histórico. Con los permisos del ayuntamiento mi intención es reflejar la cultura en esos bancos de piedra y convertir el paseo en algo que beneficie a todos. Luego con las nuevas normas voy a enfocar mis próximas exposiciones de pintura en espacios al aire libre, el arte debe “salir al encuentro”.
