“Enfermeras invisibles”, un recorrido ilustrado por algunos nombres de pioneras que no aparecen en la Historia

Lunes, 22 de marzo de 2021

por diariodicen.es

Son conocidos, por su papel en momentos históricos, nombres de enfermeras como Isabel Zendal o Irena Sendler, sin embargo, otros como Angélique du Coudray, Elvira López Maurín o Ann Moore quizás hayan quedado relegados a la “invisibilidad”. “Si no entendemos de dónde venimos, resulta difícil trazar nuestro camino hacia delante. Es importante que se reconozca la labor de aquellas enfermeras que nos abrieron camino, que fueron pioneras en tiempos difíciles para las mujeres, que desafiaron muchas veces al sistema o la sociedad para salvar vidas”, explican Olga Navarro, enfermera y doctoranda en la Universidad Politécnica de Valencia, y Vanessa Ibáñez, enfermera especialista en salud mental y doctora en Enfermería, autoras del libro Enfermeras invisibles, una obra con la que pretenden dar a conocer los nombres de algunas de estas pioneras de esta ciencia para reivindicar el sitio de la Enfermería en la Historia.

Pregunta: Háblennos de Enfermeras invisibles. ¿Cuál fue su objetivo a la hora de escribirlo?

Respuesta: Ahora que se habla tanto de las mujeres en la ciencia y se han publicado numerosos libros sobre físicas, matemáticas o intrépidas espías, nos dimos cuenta de que a la profesión de Enfermería le faltaba una parte de la Historia en la que apoyarse, el relato de aquellas profesionales que ejercieron a lo largo de los siglos y que, gracias a su empuje y creatividad, consiguieron mejorar la práctica clínica y, con ella, la vida de las personas. Visibilizarlas y poner en valor la investigación, el desarrollo y el emprendimiento en la Enfermería es el objetivo de un libro ilustrado donde se recogen estas historias, las de las enfermeras invisibles.

P.: ¿De dónde surgió la idea? ¿Cómo se decidieron a comenzar la obra?

R.: En abril de 2019 estábamos preparando las jornadas de orientación profesional para que los estudiantes puedan elegir entre las opciones que tienen al terminar Enfermería, y a Olga le encargaron una sesión sobre emprendimiento. Empezó a buscar nombres propios de enfermeras que hubieran emprendido y se encontró con historias de inventoras que habían llegado incluso a patentar productos, como la de la que inventó la inyección de una sola mano, o la de quien completó el carro de paradas con medicación. También la de aquella matrona francesa que diseñó el primer maniquí obstétrico, o la de la enfermera que se dio cuenta de que los bebés con ictericia mejoraban cuando los ponía al sol.

Cuando Olga contó las historias de estas mujeres para hablar del emprendimiento, a los alumnos les encantó. Pensamos que no podía quedarse solo en una charla, que todo esto tenía que ir más allá. Nos emocionábamos las dos pensando en todas las cosas que podíamos hacer, incluso llevando este libro a las aulas. Por eso creímos que la mejor forma era recopilarlo en un libro para que no se perdiera toda esa búsqueda que habíamos hecho. Y, como personas creativas, creímos que la mejor opción era compartir estas historias a través de un libro ilustrado, para el que hemos contado con el trabajo de una magnífica profesional como Irene Bofill, y que no fuera solo para los estudiantes, sino para todo el mundo, para los niños y los no tan niños, para que entiendan que la labor de las enfermeras es mucho más importante de lo que nos han contado.

P.: ¿Cuáles son estas “enfermeras invisibles”?

R.: Angélique du Coudray, diseñadora del primer maniquí obstétrico; Isabel Zendal, primera enfermera de la Historia que participó en una misión sanitaria y de salud pública internacional; Letitia Mumford Geer, que inventó y patentó la jeringa que se puede utilizar con una sola mano; Elvira López Maurín, enfermera militar que participó en el primer vuelo de la aviación sanitaria española; Elise Sørensen, creadora de la primera bolsa de ostomía adhesiva y desechable; María de Madariaga y Alonso, fundadora de Salus Infirmorum, que contribuyó a la reforma de los estudios de Enfermería en España y al nacimiento de las especialidades enfermeras; Irena Sendler, que salvó la vida de dos mil quinientos niños y niñas del gueto de Varsovia; Anita Dorr, diseñadora del primer carro de paradas con medicación; Jean Ward, pionera en el uso de la fototerapia como tratamiento para la ictericia neonatal; Ann Moore, que diseñó y patentó dos grandes inventos: el primer portabebés comercial y la primera mochila de oxígeno portátil; Rosamaría Alberdi Castell, que contribuyó a que los estudios de Enfermería se integraran en la universidad y fue la primera enfermera española en recibir un doctorado honoris causa; y la enfermera contemporánea anónima, promotora de cuidados profesionales, gestora, docente e investigadora, líder en la lucha frente a la pandemia de COVID-19.

P.: ¿Qué historias “invisibles” han sido las que más les han llamado la atención?

R.: En realidad, nos encantan todas y, tras estos meses de investigación, hemos llegado a admirarlas profundamente. Pero nuestra favorita es, sin lugar a dudas, Elvira López de Maurín. Elvira es absolutamente desconocida para muchos de nosotros y sin embargo, es un personaje imprescindible de nuestra Historia. Fue la primera enfermera que formó parte de una misión aérea de rescate, condecorada y laureada por su heroica labor pero que desapareció posteriormente de la Historia sin dejar rastro.

P.: Desde su punto de vista, ¿qué importancia tiene divulgar lo “invisible” de la labor enfermera?

R.: Si no entendemos de dónde venimos, resulta difícil trazar nuestro camino hacia delante. Es importante que se reconozca la labor de aquellas enfermeras que nos abrieron camino, que fueron pioneras en tiempos difíciles para las mujeres, que desafiaron muchas veces al sistema o la sociedad para salvar vidas. Es necesario que en las historias que contamos a nuestros jóvenes también haya enfermeras protagonistas que lideraron los cambios, construyeron nuevos puentes y sentaron las bases de la innovación, el emprendimiento y la ciencia enfermera. Solo así las futuras generaciones tendrán espejos en los que mirarse y heroínas en las que soñar convertirse algún día.

P.: ¿Creen que estos tiempos de pandemia tendrán su impacto en la percepción social que se tiene de las enfermeras?

R.: El año 2020 había sido declarado por la OMS como el año Internacional de la Enfermera y la Matrona, por ello, consideramos que este año era el momento adecuado para publicar este libro, ya que a causa de la pandemia se habían cancelado todos los eventos divulgativos que iban a poner en valor la profesión y que se habían organizado en homenaje a las enfermeras y matronas. Por el contrario, las enfermeras han celebrado el 2020 haciendo lo que mejor saben hacer: cuidar. Pero lo han hecho sin recursos, por encima de sus posibilidades, dejándose la piel e, incluso, la vida.

Por esto decidimos que la enfermera contemporánea tenía que estar presente entre las historias recopiladas para visibilizar la labor que están desarrollando en esta crisis sanitaria. En nuestra opinión, la profesión ahora más que nunca, es “invisible” porque las enfermeras deben protegerse con los EPI, porque los pacientes no les reconocen ni ven sus rostros. Algunos de los aspectos más difíciles han sido la pérdida de la comunicación no verbal, del contacto y, por supuesto, la situación límite que están viviendo las enfermeras, trabajando de forma incansable en primera línea de batalla. Por todo ello, hemos querido llevar a cabo este pequeño homenaje con la intención de devolver a la Enfermería el protagonismo que merece.

Quizás dentro de un tiempo, cuando la pandemia cese, se olviden los aplausos y los gestos heroicos de las enfermeras queden parcialmente relegados al olvido. No obstante, queremos creer que una gran parte de la sociedad guardará un recuerdo especial para aquellos que les han acompañado en los momentos más difíciles. Si no fuese así, en el libro Enfermeras invisibles quedará registrado para siempre el rol imprescindible de las enfermeras dentro del sistema sanitario para frenar y combatir la expansión del coronavirus SARS-CoV-2.

P.: Desde su punto de vista, ¿dejará de ser invisible su labor?

R.: Esperamos que así sea. Al tratarse de un libro ilustrado será más fácil llegar a la población general e incluso a la población infantojuvenil. Esta es una obra que no está escrito para ser leído únicamente por enfermeras. Todos merecemos descubrir las historias de estas inventoras, invencibles e increíbles líderes de cuidados, y celebrar con orgullo la suerte de tener la figura de la enfermera en el sistema sanitario. Además, nos comprometemos a seguir trabajando para hacer visibles a otras muchas “enfermeras invisibles” que nos han quedado en el tintero, a devolverles el protagonismo que merecen y su lugar en la Historia.

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2 Respuestas a ““Enfermeras invisibles”, un recorrido ilustrado por algunos nombres de pioneras que no aparecen en la Historia”

  1. Dios sipte bendiga a cada uno de los profesionales de enfermería como personas humanas ,solo dios reconoce el servicio que día a día realizan arriba a todos y todas las enfermeras don exitosod

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