Un equipo de enfermeras de Neonatología del Hospital Clínic de Barcelona ha llevado a cabo un programa de voluntariado en el que participaron varias enfermeras jubiladas quienes realizaron el método canguro con bebés prematuros, un método que consiste en aumentar el contacto piel con piel con los niños y que se ha comprobado que les protege frente a infecciones y reduce su estancia en el hospital.
Se trata de un programa coordinado por enfermeras y para poder participar han tenido que realizar una formación previa donde se les enseñan los elementos básicos para ejercer el método canguro, necesario llevarlo a cabo como mínimo tres veces al día, algo que en muchas ocasiones no es posible en todas las familias. Conscientes de esta dificultad han decidido apuntarse como voluntarias para ayudar.
Un proyecto que también ha beneficiado a las profesionales sanitarias quienes admiten estar encantadas y sentirse muy cómodas. El contacto piel con piel de los bebés con las enfermeras jubiladas es una terapia para el niño y para las voluntarias. “Yo podría ser ciega, sorda o muda y el crío no enterarse. Pero si le toco, le acaricio, se entera. Podría estar diciendo la palabra más absurda con caricias y qué es lo que recibe: tan solo la caricia. Pienso que la manera de transmitir la ternura es a través del tacto, esto en su cerebrito tiene que quedar marcado para toda la vida”, relata una de las voluntarias. “A mí también me va a quedar grabado toda la vida, pienso que cuando sea viejecita y me acuerde de los canguros que hice también me va a hacer sonreír”, añadió una compañera, en declaraciones a La Razón.
