Una tarjeta reconocerá la formación de los trabajadores en la UE

Jueves, 16 de mayo de 2013

por diariodicen.es

El Parlamento Europeo trabaja en la elaboración de una nueva “Tarjeta profesional europea” que facilitará el intercambio de trabajadores entre los países miembros y gracias a la que no será necesario convalidar títulos o experiencia profesional cada vez que se realice un nuevo contrato en un país extranjero dentro de la Unión Europea (UE).

Concretamente, la eurodiputada del Partido Socialista Europeo, Bernadette Verganud,  es quien se está encargando de la elaboración de esta tarjeta, la cual facilitará el intercambio de trabajadores sin las complicaciones burocráticas a las que, entre otros profesionales, se enfrentan las enfermeras que buscan empleo en otros países europeos. En declaraciones al Colegio de Enfermería de Castellón, la eurodiputada ha señalado que este documento “podría ser una realidad en 2014 o 2015 si las cosas marchan según lo previsto”. El trabajo que está realizando la junta directiva sobre esta materia finalizará en junio de 2013.

Una herramienta que garantizará la movilidad segura para profesionales y pacientes

Para Verganud, esta tarjeta necesita del apoyo de los profesionales de todos los sectores interesados en su creación. “La tarjeta profesional será una realidad con la voluntad de determinadas profesiones. Las enfermeras  pueden ser pioneras junto a farmacéuticos, ingenieros y otros profesionales para iniciar el proceso que de visos de realidad a este proyecto”. “Esta tarjeta debe simplificar el papeleo administrativo. Ser una herramienta para un mejor reconocimiento de las cualificaciones y la movilidad segura para los profesionales y también, no lo olvidemos, para los pacientes de todos los países de la UE”, ha añadido Verganud.

En la actualidad, son muchos los países que validan el conocimiento de los trabajadores, pero solo cuatro (Francia, Holanda, Luxemburgo y Finlandia) tienen establecido un protocolo estandarizado. De esta forma, un trabajador puede solicitar en cualquier momento que se le reconozcan las competencias profesionales, para lo que el interesado deberá documentar lo que sabe y, si el jurado lo considera suficiente (también le puede pedir pruebas extraordinarias), le expedirá un título equivalente al del profesional que lo ha obtenido por la vía formal. Los costes de este proceso de validación pueden ascender a 1.000 euros en Francia, según el último informe sobre validación en el país galo que ha presentado la Comisión Europea. “Funciona muy bien pero cuesta mucho dinero”, ha puntualizado Bernadette Vergnaud.

Actualmente ya existe una experiencia piloto en algunos países

A finales de 2012, el acuerdo de armonización que alcanzaron los 27 países comunitarios  establecía que todos los ciudadanos deberían “poder pedir un reconocimiento público de sus habilidades, sin esperar a que la Administración abra ningún tipo de proceso para ello”. Asimismo, contemplaba que el trámite debería ser “asequible” para el ciudadano. Por este motivo, la tarjeta profesional debería garantizar esta validación de forma flexible, rápida y asequible, tanto para el ciudadano como para las administraciones.

En Bruselas, esta iniciativa se considera un incentivo para la movilidad de los trabajadores. Así, si las competencias de un profesional son reconocidas por un país y aceptadas por el resto, será más fácil buscar empleo en otros países de la UE, además de aumentar el interés de los europeos por formarse a lo largo de su vida. El futuro documento ya existe como experiencia piloto para farmacéuticos e ingenieros, así como para médicos especialistas en algunos países.

Noticias relacionadas

¿Quieres comentar la noticia?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*
*