"Cuando estás ingresado, los enfermeros se convierten en tu familia"

Miércoles, 7 de junio de 2017

por diariodicen.es

Actor y director de cine y de teatro, Alfonso Sánchez ha formado parte, entre muchas otras, de Ocho apellidos vascos (2014), y su secuela, y de Allí abajo (2015), la exitosa serie de televisión. Ahora dirige y participa en Compadres para siempre, una obra que él mismo califica como “una noche de marcha por Sevilla”.

Hijo de enfermera, nos cuenta sus experiencias con la profesión, a la que está ligado desde niño, y la importancia para la sociedad de los profesionales de Enfermería y del sector sanitario.

Pregunta. Ha trabajado tanto como director como actor, ¿es diferente la profesión desde los dos puntos de vista? 

Respuesta. El oficio de actor para mí es mucho más distintivo, más de campo, de acción, tiene más que ver con lo inmediato. El trabajo de director es más complejo, está más relacionado con el director de una orquesta. Tienes a varios artistas y tienes que llevarlos a todos, has de entender cuál es la filosofía de cada uno, su espíritu, hasta dónde pueden llegar… Y además tener una idea muy clara de dónde quieres llegar tú. Ser director es conseguir hacer una película que se parezca lo más posible a lo que tú tenías pensado.

P. Tiene una dilatada experiencia como director de cortos, uno de ellos, Esto ya no es lo que era (2009), recibió diversos premios en diferentes festivales, ¿qué supuso para su carrera ese corto? ¿Cómo vivió ese momento?

R. El estreno de Esto ya no es lo que era, y de los otros cortos de Alberto López y míos, supuso el contacto con el público, fidelizar a los espectadores. Lo conseguimos gracias a Youtube, la gente decidió vernos y es lo que posibilitó que el público fuera al cine y que estuviera pendiente de nuestra carrera. Más allá del hecho artístico de lograr contar una historia y que esta funcionara perfectamente con el público, fue también el mejor método de promoción y de marketing que pudimos tener.

Esos momentos son muy bonitos, porque son un reconocimiento del trabajo bien hecho y de que se está siguiendo un camino correcto. Lo viví muy emocionado y muy agradecido. También puedo decirte que los premios no son el objetivo, lo importante es el público, que llene la sala y que se interese por el trabajo de uno. Últimamente, cada vez me estoy dando más cuenta de que los premios tienen más que ver casi con que te den el carnet de un club que con la realidad.

P. Ha formado parte de algunas de las series y películas más exitosas de los últimos años, como Ocho apellidos vascos (2014), Ocho apellidos catalanes (2015) y Allí abajo (2015). ¿Qué experiencias vivió en esos proyectos?

R. Fue entrar en la gran familia del cine y la televisión españoles, tener una gran campaña de marketing y ver cómo un pequeño proyecto, como fue Ocho apellidos vascos, se convierte en un éxito que trasciende nuestras fronteras (llega incluso a Estados Unidos) y tienen en cuenta tu trabajo en todas partes.

Nosotros no habíamos tenido ese músculo de promoción para poder llegar a tanta gente, y esto nos puso en el imaginario de mucha gente. Todo el mundo sabe ya quién eres.

P. En la serie interpretó al neurólogo Roberto Almenar, ¿cómo preparó su personaje de médico? ¿Cómo ve reflejado el mundo de la Medicina y la Enfermería en el cine y las series?

R. En el tiempo en que estuve preparando el personaje y la serie, desafortunadamente, estuve ingresado por temas de salud, y entonces pude ver cómo funcionaban los departamentos, cómo afrontaba cada uno el trabajo… Sí te puedo decir que cogí algún ejemplo concreto de gente que me parecía realmente interesante y que tenía que ver con el personaje, y enfoqué modelos y pude observarlos muy detenidamente, así que puede que alguno se haya visto bastante reflejado en Roberto…

En el cine y las series hay un poco de todo. Algunas series llegan a ser casi un documental de cómo funciona el mundo sanitario. Luego hay otras en las que esto es simplemente una excusa para que haya relaciones personales y lo que priman son estas. Yo creo que hay mucho cariño del público hacia los sanitarios, aunque estamos en un momento en el que se podría dar un paso más y afrontar proyectos que ahonden más en la problemática del sistema sanitario. Y más en un país como España, en el que está habiendo tantos recortes, hay masificación, y muchas veces los compañeros no dan abasto, privatización… En fin, creo que se podría hacer algo muy interesante y que hay muchas historias que contar ahí.

P. Ahora participa, junto con su compañero Alberto López, en la obra Compadres para siempre, que usted mismo dirige. Cuéntenos de qué va la obra y díganos por qué deberíamos ir a verla.

R. Es un divertimento, un día entero de marcha por Sevilla, un poco Resacón en Sevilla. Son dos colegas que se juntan y se van liando, y el día y la noche se les van de las manos. Es una historia de amigos, una hora y media de risa en la que el público empatiza mucho con esos dos pícaros, con esos dos “quijotes” del “enterismo”, como dicen ellos.

P. ¿En qué otros proyectos tiene pensado embarcarse en el futuro?

R. Estamos preparando la segunda parte de nuestra primera película, de El mundo es nuestro (2012). Empezamos a rodar en septiembre, y se estrenará en la primavera del 2018. Ese básicamente es el gran proyecto. Luego hay otras cosas, hay ofertas para hacer televisión, pero poco a poco. Vamos partido a partido, como dice Simeone.

P. ¿Qué representa para usted la figura de los profesionales enfermeros? ¿Tiene alguna experiencia o anécdota con ellos en su vida personal?

R. Mi madre era enfermera, yo me he criado en ese ambiente. Cuando era pequeño estaba en el hospital jugando y dibujando en una mesa en la zona de Dietética. Yo he crecido en ese entorno, para mí es lo más natural del mundo. Además, son un gremio fundamental. Cuando uno está con un problema de salud en un hospital, que son momentos muy duros porque estás fuera de tu ambiente, débil, solo…, los enfermeros se convierten en tu familia. Son decisivos para la sociedad. En la cotidianeidad, en el día a día, el trabajo de “infantería” es el de Enfermería, y son fundamentales.

Siendo el personaje, hay veces que la gente me saludaba como si fuera un compañero más del hospital. Cuando estuve ingresado, había profesionales que se cambiaban el turno para estar conmigo, charlar o conocerme. Tengo mil anécdotas.

PÍLDORAS

¿Cómo definiría la labor enfermera?

Amor.

¿Qué no falta en su botiquín?

Paracetamol.

Ejercicio, ¿en un gimnasio o al aire libre?

Al aire libre.

¿De qué alimento no podría prescindir?

De la fruta.

Si no fuera actor, ¿qué otra profesión habría escogido?

Piloto de aviones.

Alfonso Sánchez, enfermería, entrevista

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