Lucía, una niña de ocho años de la localidad jienense de Andújar, ha regalado al Hospital Alto Guadalquivir seis de los cuadros que realizó en las clases de pintura que recibe a través de la Asociación Namasté. La niña trasladó a sus padres y a su profesora su expreso deseo de hacer llegar dichas obras al centro, para “alegrar la vida de los niños que tienen que estar ingresados alguna vez”, de acuerdo con lo expuesto por la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir en una nota de prensa.
Lucrecia Sánchez, directora de Cuidados de Enfermería, ha explicado que esta donación ha sido acogida en el hospital “con mucha emoción, así como con una gran admiración hacia Lucía, porque la empatía es fundamental para construir una sociedad más justa e igualitaria, y preocuparse de los niños ingresados para hacerles más felices denota una gran sensibilidad por su parte. Solo podemos tener palabras de agradecimiento hacia ella, reconociendo así su bondad y altruismo”. En este sentido, como muestra de dicho agradecimiento, el Hospital Alto Guadalquivir ha hecho entrega a la niña de un lote de libros y de un diploma de reconocimiento por su generosidad.
Estos cuadros están realizados al óleo y representan un gran ramo de flores, una jirafa, un arcoíris, un paisaje, el fondo del mar y una sirena, todos ellos, muy coloridos, buscando “dar color a un sitio tan triste como puede ser un hospital”, detallaba la propia Lucía, según recogen en el mencionado comunicado. Las seis obras pictóricas se han ubicado en la zona materno-infantil del centro y en las urgencias infantiles, humanizando, de esta forma, estas instalaciones.
El acto de entrega, detallas desde la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir, tuvo lugar en los exteriores del hospital, donde fueron expuestas las obras en seis caballetes, y en la que estuvieron presentes la niña, su madre y su maestra, Lucrecia Sánchez, directora de Cuidados de Enfermería, Rafael Francisco Díez, director de Líneas de Procesos Asistenciales en funciones, Antonia Gómez, directora de Línea de Procesos Pediátricos, y Mariana Fernández, maestra del aula hospitalaria.
