Su familia está repleta de profesionales sanitarios, por lo que tenía bastante claro que quería pertenecer también a este grupo. Después de terminar la carrera le surgió una oportunidad que no pudo dejar escapar: trabajar como enfermera en Suiza. Tras mucho esfuerzo, y pese a lo complicado de aprender un idioma en poco tiempo, Virginia Escovar-Tolosa Martín fue consiguiendo diferentes trabajos y aunque en un futuro no sabe si cambiará de destino, por el momento Zúrich le ha ganado el corazón.
Pregunta: ¿Qué llevó a Virginia a querer dedicarse a la Enfermería?
Respuesta: Desde siempre mi familia ha estado envuelta con el mundo de la medicina: mi padre y mi hermano son médicos, mi tía fue enfermera, mi hermanastro es enfermero… y así una larga lista de personal sanitario, así que era casi indiscutible que me viera inmersa en otro mundo.
Quizás no fue siempre así, pues hasta que completé los exámenes de la entonces PAU no sabía exactamente lo que quería. Medicina rondaba mi cabeza; también Fisioterapia e incluso Psicología, pero una vez delante de los papeles de inscripción me decanté por Enfermería porque quería estar más cerca del paciente y poder tener así tiempo para ocuparme de otras esferas un poco más interpersonales con respecto al paciente.
P. Estuviste unos años en España, pero luego te fuiste fuera. ¿En qué momento y por qué decides salir al extranjero? ¿Por qué Suiza?
R. Nací en Tenerife y allí comencé mi carrera en la Universidad de la Laguna. Cuando terminé el segundo año, decidí que necesitaba un poco más de posibilidad de elección para las prácticas y dado que en Tenerife solo podía hacer mis prácticas en un hospital, decidí que Madrid sería buena opción. ¡Y lo fue! Pude elegir entre diferentes categorías de hospital y fue muy enriquecedor, por lo que mis ganas de conocer diferentes hospitales y métodos fue creciendo poco a poco.
Antes de finalizar la carrera en Madrid me surgió una de las preguntas más importantes de mi vida, tenía amigas de Enfermería que al acabar estuvieron trabajando en servicios que no eran de su agrado y un sinfín de historias. Y como de la nada, me llegó la información de que en Suiza estaban buscando enfermeras españolas.
Lo fácil hubiera sido ir a Inglaterra, ya tenía incluso amigas o conocidos que estaban o habían estado trabajando allí y me gustaba la idea de descubrir un sitio nuevo, sobre todo, hacerlo mío…pero ya había ido a Suiza de viaje y me enamoré totalmente de sus montañas, sus paisajes y, bueno, la búsqueda de un poco de estabilidad laboral en lo que me gustaba. Además, el modelo enfermero suizo es muy parecido al modelo enfermero español, por lo tanto, me llamaba más la atención empezar en un sitio como este.
P. ¿Tenías trabajo al llegar o lo buscaste allí?
R. Cuando vine no tenía trabajo y no dominaba el idioma. Me lancé y decidí un poco a lo loco. Sin embargo, me apunté a clases de intensivo de alemán y a los tres meses conseguí el idioma. Un tiempo más tarde convalidé mi título y, por último, el puesto de trabajo vino realmente rápido.
Primero, conseguí en una residencia para pacientes geronto-psiquiatricos, que fue una buena base para entender el sistema sanitario y poner en práctica mi nuevo aprendido idioma. Después, decidí ir a un hospital de segundo nivel porque había mejorado y mi nivel de alemán me dio por fin la seguridad y confianza que necesitaba para sentirme cómoda de nuevo en un ambiente hospitalario. Y, por último, donde todavía hoy me encuentro, llegó mi gran salto al Hospital Universitario de Zúrich.
Así, que pese a lo duro que fueron los meses aprendiendo un idioma tan complicado como el alemán, el esfuerzo dio frutos y muy buenos resultados.
P. ¿En qué se diferencia el sistema sanitario de Suiza del de España?
R. La gran diferencia es que es un sistema mayoritariamente privado, con algunas excepciones en las que el cantón o la ciudad también están involucradas. Cada cantón puede operar de manera diferente y, por lo tanto, no se puede generalizar.
Cada persona paga un seguro privado, esto no significa que cuando vayamos a nuestro médico de cabecera, por ejemplo, esté todo “incluido”. El que paga la prima más baja al mes por su seguro médico, y esto ya ronda los 300 francos suizos, tiene que poder pagar hasta 2500 francos suizos de su bolsillo en el caso de enfermedad, y si la suma de la factura médica asciende, por cada porcentaje de aumento, que puede ser del 10% o del 20 %, se paga hasta un límite máximo de 700 francos suizos al año. Por lo tanto, es un sistema bastante caro y regulado por primas de seguro.
Como enfermero puedes elegir tu puesto de trabajo, no hay listas y es un poco todo más personal y directo, lo cual es increíble porque puedes trabajar en diferentes puestos elegidos por ti, quitando servicios más especiales como urgencias, intensivos, etc. en los cuales si se necesita hacer una especialidad para trabajar en ellos.
P. ¿Qué requisitos se necesitan para trabajar de enfermera en Suiza?
R. Para entender un poco mejor todo, hay que entender que en Suiza hay 4 idiomas oficiales: el alemán, el francés, el italiano y el retro-románico (éste último, lo habla un 4% de la población, así que no hay que centrarse mucho en el), y depende de la zona en la que quieras vivir, será el idioma que interesa. ¿Por qué es el idioma tan importante? Pues porque nuestra convalidación del título de Enfermería dependerá de ello, necesitamos tener un B2 y para ello habrá que hacer un examen oficial (TELC, Goethe, etc.). Después de esto, entregaremos nuestro título de Enfermería con el certificado de idiomas a la Cruz Roja Suiza y tras pagar una cantidad, que su entonces fueron 700 francos suizos, éstos se encargarán de convalidar y aceptar tu título en Suiza.
P. ¿Cuál ha sido la experiencia más difícil y cuál la más bonita que hayas vivido como enfermera allí?
R. La más difícil al principio fue la comunicación, y sentir que podías cometer un fallo enorme al no entender bien de primeras una prescripción u orden médica. Y lo más bonito, es la gran acogida de los compañeros y del sistema en sí, que me ayudó mucho a sentirme integrada y con seguridad.
P. ¿Recomendarías salir a trabajar como enfermera al extranjero, aunque sea para vivir la experiencia?
R. 100 %. Es una experiencia muy enriquecedora y muy especial. Desde aprender una nueva cultura e idioma a poder innovar u ofrecer nuevas perspectivas de cuidado.
P. Ahora que llevas unos años allí, ¿qué consejos le darías a un compañero que decida buscar trabajo de enfermero fuera de España? ¿Algo que tener en cuenta?
R. Valentía y no tener miedo, España siempre nos va a recibir con los brazos abiertos si necesitamos volver y el mundo es suficientemente grande como para descubrirlo e ir haciéndonos hueco en países o ciudades en las que siempre nos dio curiosidad vivir. Cargar la maleta de ilusiones, incertidumbre y coraje y salir a descubrir diferentes maneras de superarnos.
P. ¿Dónde veremos a Virginia en un futuro? ¿Volverás a España?
R. Por ahora Suiza, o en este caso Zúrich me da la estabilidad que necesito y la facilidad para moverme y viajar, así que me quedaré un tiempo aquí. La sanidad española, o mejor dicho, los profesionales de sanidad españoles, son increíbles y poseen muchísimos conocimientos, pero por ahora no quiero volver al sistema español, que no me permite la flexibilidad de cambiar de puesto como conté más arriba.
Sin embargo, puede que me mueva, porque los nuevos comienzos son siempre emocionantes y descubrir nuevos sitios es llenarte de experiencias increíbles.
Alguna formade contactar con ella? Soy sanitario y estoy planificando movilización a Zurich en un año.
Gracias.