Enfermeros por el mundo: trabajar en Ørje

Miércoles, 26 de febrero de 2020

por diariodicen.es

“Aquí se registra si el paciente ha tenido dolor y también si ha estado de buen humor. Todos los planos de la vida importan en su salud”

Iris Pérez es actualmente enfermera en la ciudad noruega de Ørje, una localidad cercana a Oslo, la capital. Tras acabar los estudios y comenzar a trabajar surgió la posibilidad de ejercer la profesión en el extranjero, y, tras descartar varios destinos, eligió el país nórdico por las condiciones laborales y de vida que le ofrecía. Nos atiende para hablar de su experiencia en Noruega, de las diferencias profesionales con respecto a España y de la visión que tienen en la ciudad de los enfermeros españoles.

Pregunta. ¿Qué le llevó a tomar la decisión de emigrar?

Respuesta. A las pocas semanas de graduarme empecé a trabajar en una empresa de ambulancias privadas y como becaria en una clínica. La idea era ir ganando experiencia mientras preparaba oposiciones y EIR, aunque no me sentía realmente ilusionada por ninguna especialidad en concreto. Durante los meses que trabajé en España me fui frustrando muchísimo, hasta el punto de replantearme la vocación. Justo en ese momento empecé a utilizar una plataforma online de empleo y me llegaron varias ofertas en el extranjero. Decidí que era ahora o nunca.

P. ¿Por qué se decantó por Noruega como destino, y, en concreto, por la ciudad de Ørje?

R. Me decanté por Noruega porque cuando recibí varias ofertas, de Holanda y Emiratos Árabes, era la que mejores condiciones laborales y de vida ofrecía como sistema sanitario y como país. Además, Global Working (www.globalworking.net), la empresa en concreto que estaba reclutando enfermeros para Noruega, fue la única de la que encontré buenas referencias tanto por Internet como por conocidos.

Una vez llegó el momento de mudarme al país tuve la opción de elegir una oferta de trabajo en el norte y otra en Ørje. Escogí esta última porque la ubicación me pareció muy buena, está a una hora al sur de Oslo, y porque tiene un clima bastante favorable para ser un país escandinavo.

P. ¿Cómo fue la adaptación a la ciudad de Ørje durante los primeros meses viviendo allí?

R. Al principio todo es nuevo y te sientes insegura, estás totalmente fuera de tu zona de confort. Los primeros meses y, sobre todo, las primeras semanas, no conocía a casi nadie. Me costaba mucho comunicarme en noruego, no tenía coche y tenía bastante incertidumbre en cuanto a mi situación laboral, era una especie de interina.

P. Una vez superada la primera etapa de su estancia en Noruega, ¿cómo es el día a día en Ørje?

R. A los tres meses me ofrecieron un contrato indefinido en un centro público y ya todo fue viniendo solo. Encontré un apartamento precioso junto a un lago, me compré un coche, fui conociendo gente… Poder entender y hablar el idioma lo facilita todo mucho, tanto en el trabajo y en la vida social como a la hora de resolver asuntos en Hacienda, Tráfico, Registro Civil…

Actualmente trabajo haciendo guardias nocturnas como enfermera de día en una residencia y como enfermera de Legekontor (una especie de clínica pública/ambulatorio) y mi objetivo es pasar a trabajar en un Helsehus (un tipo de hospital). Cuando no ejerzo aprovecho para ir al gimnasio, a la biblioteca, de paseo a la montaña, de compras o al cine. El horario que tengo me permite librar una o dos semanas enteras al mes, así que suelo viajar o visitar a mi familia a menudo.

P. ¿Recomendaría la ciudad para ejercer la profesión enfermera?

R. Totalmente. Recomiendo Noruega en general, pero yo me siento muy a gusto justo donde vivo. A pesar de ser un pueblo pequeño es un lugar típico de vacaciones y suele haber buen ambiente y lugares preciosos para pasear y nadar. Tengo cerca Oslo y la frontera con Suecia, así que la ubicación es muy buena. Por otra parte, el centro en que trabajo es prácticamente nuevo, así que las instalaciones están muy bien.

P. ¿Qué echa de menos de su vida en España?

R. Echo de menos a los míos. Al final, toda la comida que me gusta la tengo también y el clima es mucho mejor de lo que me esperaba. La gente ha resultado ser más cercana de lo que imaginaba y eso facilita el día a día aquí.

P. ¿Se ha planteado volver?

R. No le he puesto fecha de caducidad todavía a esta experiencia. Ahora mismo me hace feliz y me enriquece vivir y trabajar aquí, pero el día que deje de ser así tengo claro que volveré. Aquí se gana un buen sueldo, pero tienen que retenerme más motivos; el dinero no lo paga todo.

P. Según su experiencia, ¿cuáles son los aspectos positivos de ejercer la enfermería en el extranjero? ¿Y los positivos?

R. Como aspectos positivos destacaría el gran valor que se nos da en el extranjero, el peso que tiene la formación continua impulsada por las mismas empresas o el sistema sanitario y la calidad laboral, que se nota sobre todo en la ratio enfermera-paciente.

Por otro lado, en una profesión en la que es tan importante la comunicación, trabajar en el extranjero nos limita en cuanto al idioma. Por mucho que aprendamos gramática y vocabulario, hablar de conceptos abstractos como la vida y la muerte, por ejemplo, cuesta un poco más.

P. ¿Qué diferencias ha podido observar en el trabajo diario de una enfermera en Ørje y en España?

R. La principal diferencia es que aquí se aplican los famosos cuidados biopsicosociales. Al tener muy poca carga de pacientes se cuidan todos los aspectos de los mismos. Esto supone, por ejemplo, que los profesionales enfermeros hacen pruebas sanguíneas pero también organizan una fiesta de cumpleaños al afectado. Aquí se registra si se ha tenido dolor y también si ha estado de buen humor. Todos los planos de la vida de la persona importan en su salud. La relación con la mayoría de los pacientes y sus familiares es bastante estrecha y de confianza.

Dentro de estas buenas condiciones laborales está también el salario: es alto incluso teniendo en cuenta el nivel de vida del país. A todo ello se suma la cantidad de recursos y seminarios que se imparten en mi lugar de trabajo. La formación continua y el reciclaje de conocimientos tienen mucho peso.

P. Desde su punto de vista, ¿qué visión se tiene de la enfermería española en Ørje?

R. En general, a pesar de ser joven y haber tenido poca experiencia laboral, me he encontrado con la que mayoría de compañeros, pacientes, familiares y jefes me valoran mucho. Hay ciertos aspectos de la enfermería en los que los españoles tenemos muchos conocimientos, y eso se tiene en cuenta de forma positiva. Sin embargo, hay que tener los pies en la tierra y venir con humildad. En Noruega es igual de importante ser experto en vendajes que hacer una correcta higiene del paciente y darle el desayuno, no se puede, ni se debe, menospreciar tareas.

P. ¿Qué consejos daría a otros profesionales que se estén planteando emigrar?

R. Emigrar da miedo y todos tenemos personas que nos unen mucho a nuestro país, pero dar el paso es avanzar años luz en el ámbito laboral. En el extranjero es posible trabajar en la sanidad pública desde ya, especializarse, escalar profesionalmente y construir una vida independiente económicamente. Algunos vinimos para unos meses y otros para varios años, pero todos estamos de acuerdo en que hemos obtenido y obtenemos cosas positivas de esta experiencia. Mi consejo es salir de la zona de confort, que en el caso de la enfermería española, de confort no tiene nada.

REQUISITOS PARA TRABAJAR DE ENFERMERA EN NORUEGA

Documentación: fotocopia del pasaporte, del carnet de conducir, historial de vacunas, CV actualizado y carta de presentación en inglés, español y noruego. Pruebas médicas del SARM y la tuberculina.

Nivel de idioma: curso de noruego.

Título: Título de graduado en Enfermería y de las notas, en formato original y con traducción jurada al inglés.

Solicitud de empleo: a través del Helsedirektoratet.

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