La Universidad de Alicante (UA) ha iniciado un proyecto basado en la investigación del proceso de detección de crisis de epilepsia con perros.
Con la finalidad de mejorar la autonomía, independencia y calidad de vida de enfermos y familiares, la UA ha puesto en marcha este proyecto.
Sólo en la provincia de Alicante hay más de 20.000 afectados por epilepsia, de los cuales alrededor del 80 % son niños de entre 0 y 9 años.
El objetivo es analizar qué sustancia detectan estos animales para anticiparse al ataque y mejorar así el adiestramiento en beneficio de la calidad de vida de las familias y del propio paciente.
Los perros de alerta médica pueden anticiparse a una crisis entre 8 y 15 minutos, tiempo suficiente para poder colocar al paciente en un lugar y posición seguros y evitar golpes y caídas.
La Universidad de Alicante, de la mano de un equipo multidisciplinar que cuenta con investigadores de química analítica, neurología, neurofisiología, psicología de la salud, comunicación y psicología social, enfermería, bioquímica y biología molecular, así como de expertos en adiestramiento, pretende buscar las moléculas marcadoras de las crisis de epilepsia. Aunque, a pesar de las muchas investigaciones,no existen datos clínicos que relacionen los animales de compañía con la epilepsia y faltan datos que demuestren claramente qué sustancia o sustancias presentes en los pacientes son las detecta un perro para anticiparse al ataque.
«En muchos casos, pequeños cambios en el comportamiento o en el estado de ánimo de los pacientes pueden ser detectados por estos animales, pero la posibilidad de que los perros puedan sentir y responder ante cambios fisiológicos no se puede descartar», ha señalado la directora del proyecto, María Carmen Carretón, del Departamento de Comunicación y Psicología Socialde la UA.
Junto con ACEA Adiestradores Caninos en Alicante, única empresa de adiestramiento canino de España que certifica perros de alerta de crisis epilépticas, y el apoyo de Cruz Roja Alicante, la UA lleva un año trabajando en la investigación de los procesos de entrenamiento y los estudios científicos en torno al beneficio de los perros en personas con epilepsia. En la actualidad, y gracias a este equipo, existe ya un niño con epilepsia que se beneficia de la compañía canina para hacer más sencilla su enfermedad.