“Las enfermeras investigadoras prefieren mayoritariamente publicar en el idioma de comunicación con los pacientes”

Martes, 1 de abril de 2014

por diariodicen.es

© Fundación Lilly

La Fundación INDEX ha sido galardonada por la Fundación Lilly a través de los Premios MEDES-MEDicina en ESpañol 2013, como la Mejor institución o entidad destacada en la promoción y difusión de la publicación médica en español. Manuel Amezcua, enfermero y presidente de esta entidad, espera que con este premio se promueva el conocimiento científico enfermero “en el mismo idioma de comunicación con los pacientes” ya que, en las últimas décadas, ha sido cuestionado si no era supervisado por otros profesionales, estuviera escrito en inglés o se publicara en revistas extranjeras.

Pregunta. La Fundación INDEX ha sido reconocida con el Premio MEDES-Medicina en Español 2013 en la categoría de Mejor institución o entidad destacada en la promoción y difusión de la publicación médica en español, entregados por la Fundación Lilly. ¿Qué iniciativas y tareas institucionales de la Fundación han sido reconocidas a través de este galardón?

Respuesta. En realidad el premio reconoce toda una trayectoria caracterizada por una constante preocupación por fortalecer el conocimiento que se genera sobre cuidados de salud en el ámbito iberoamericano, que se expresa principalmente en español y portugués. Igualmente, se han ponderado los servicios y recursos con los que Index promueve el conocimiento científico en español, como la base de datos CUIDEN (http://www.index-f.com/new/cuiden) o el ranking de revistas Cuiden Citación (http://www.index-f.com/cuiden_cit/citacion.php), que están siendo utilizados por universidades y administraciones de diferentes países para evaluar las publicaciones de las enfermeras. La colección de revistas que integran nuestra Hemeroteca Cantárida publica más de 1.000 documentos al año, y alguna de ellas ocupa puestos destacados en los índices de impacto internacional.

Finalmente se ha reconocido el grado de aceptación de las actividades desarrolladas por la Fundación Index, que en estos años han sumado más de 20.000 participantes en actividades científicas y más de 9.000 alumnos en actividades de formación. La plataforma Ciberindex, que hace consultables todos los recursos mencionados, supera los 13 millones de accesos anuales, lo que la convierte posiblemente en la web enfermera de contenido científico más consultada por los profesionales.

P. El citado premio, ¿contribuirá a aumentar el uso y la producción de la literatura científica enfermera?

R. De ello estamos convencidos, pues el premio Medes es sin duda un importante galardón que reafirma la importancia y proyección de la entidad que lo recibe. En este caso, se trata además de la primera entidad enfermera galardonada, con lo que el reconocimiento se produce desde fuera de la disciplina. A veces esto hace que sepamos valorar más lo propio y que perdamos los complejos, como, por ejemplo, el uso con fines de publicación del idioma con el que nos comunicamos con los ciudadanos.

El proyecto Medes en su conjunto, y por ende la Fundación Lilly, se erigen como un desafío a las corrientes oficialistas que preconizan y promueven el desuso del español como idioma de comunicación científica. Su acogida ha sido espectacular, y hoy su base de datos es utilizada por profesionales e investigadores de todo el mundo. Han resultado ser verdaderos catalizadores de sectores de la ciencia que necesitan utilizar el mismo idioma de comunicación con los pacientes, me refiero a las ciencias aplicadas, y la Enfermería es una de ellas.

P. ¿Por qué cree que “se tiende a pensar que sólo lo que se publica en inglés es importante”?

R. La ciencia, como constructo social, no está exenta de falacias, y esta es una de ellas. Recientemente he leído expresiones de ciertos analistas de la ciencia que defienden que nada que se publique en español puede considerarse investigación, sino divulgación. Se trata de un posicionamiento excesivo y dogmático que solo contribuye a negar la realidad: que la ciencia no es una y que los usos en la ciencia son diversos.

Por supuesto que hay sectores de la ciencia, como aquellos que están estrechamente ligados al desarrollo tecnológico, que tradicionalmente utilizan el inglés como lengua franca de comunicación. Pero las dimensiones del conocimiento científico van mucho más allá de los sofisticados instrumentos tecnológicos o de las poyatas de los laboratorios. Precisamente, las tecnologías nos ofrecen en nuestros días instrumentos de traducción tan efectivos y accesibles que no deberíamos hacer del idioma un problema. Por otra parte, también ha cambiado la manera en que los ciudadanos se acercan al conocimiento científico, favorecido por las crecientes políticas del acceso abierto. Se habla del acceso universal a la ciencia, e incluso hay movimientos que abogan por una ciencia ciudadana. Nuestro mundo está cambiando y deberíamos hacer un esfuerzo por adaptarnos a los nuevos estilos y expectativas de la gente.

P. La inmediatez es una de las características del lenguaje enfermero. ¿Considera que en el caso de los pacientes es indispensable?
R. Como ciencia aplicada, la Enfermería siempre ha utilizado la lengua hablada por el vulgo para transmitir conocimiento, prueba de ello es que en nuestro país no encontramos manuales de Enfermería escritos en un idioma distinto al castellano, ni siquiera entre la docena que se publicaron entre los siglos XVI y XVII, a pesar de que en algunas escuelas de novicios enfermeros se utilizaba el latín. Y esto ocurre porque el principal rasgo de identidad de la Enfermería se fundamenta en el impacto social del conocimiento, en la inmediatez con la que se aplica en entornos cercanos y contextualizados.

El conocimiento enfermero fluye en relaciones de proximidad con el paciente, no en laboratorios. O mejor dicho, el laboratorio de la enfermera investigadora es el mundo cotidiano de las personas que cuida, sea en el entorno hospitalario o en la comunidad (living labs). El sujeto investigado es el primer beneficiario de los resultados de la investigación, ¿tiene pues sentido renunciar a la lengua de comunicación con los ciudadanos para generar y difundir conocimiento en ciencias aplicadas como la Enfermería?

P. ¿Qué opinión tiene sobre las políticas de gestión del conocimiento en España?

R. Algo objetivo es que desde el punto de vista de la competitividad científica, nuestro país ocupa puestos muy por debajo de los que le correspondería según su nivel de desarrollo socioeconómico, luego cabe pensar que las políticas de gestión del conocimiento están fallando estrepitosamente. Sin embargo, lejos de cuestionarse críticamente, se mantienen y se endurecen progresivamente en su sinrazón.

No me parece bien que se fomenten trayectorias burocráticas donde el papel vale más que el talento, ni que se evalúe a científicos y académicos sin mirarles a la cara y sin leer lo que publican, ni tampoco que se margine o desincentive a los creativos e innovadores forzándoles a salir del país. Por el contrario, estoy convencido de que las agencias de investigación españolas deberían escuchar las voces de tantos que demandamos sistemas de evaluación más racionales y sensibles a la utilidad social del conocimiento, adoptar otros instrumentos válidos además del mundialmente cuestionado JCR-ISI, insensible al conocimiento que producen las enfermeras españolas, por ejemplo. Y por supuesto, sueño con el día en que nuestros gobernantes dejen de combatir el español como idioma científico y sean lo suficientemente inteligentes como para aprovechar las oportunidades que para el desarrollo económico ofrece la segunda lengua materna más hablada en el planeta.

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