“Me ayudó a decidir que lo que iba a valer la pena en mi vida profesional era trabajar por y para las personas”

Jueves, 1 de octubre de 2015

por diariodicen.es

CT image surgery¿Te imaginas un buque hospital cuya tripulación son cirujanos, enfermeros, maestros…? Se trata de Naves Esperanza, una ong, que con la imprescindible ayuda de voluntarios, viaja a países desfavorecidos a ofrecer su ayuda: cirugías gratuitas, formación de profesionales sanitarios locales… Lucía del Baño es enfermera y ha colaborado como voluntaria en la planta quirúrgica a borde de este barco solidario. Su experiencia, sin duda, cambió su perspectiva.

Pregunta-. Antes de ser enfermera realizaste un voluntariado. ¿Podrías contarnos la experiencia y qué te impulsó a hacer ese voluntariado?

Respuesta-. Antes de ser enfermera ya tenía la inquietud de viajar y conocer la realidad de las personas en otros lugares del mundo. Creo que intuitivamente sabía que esas experiencias me podían ayudar a abrir la mente, a orientarme y a darme una buena perspectiva. Así que, a través de varias organizaciones tuve la oportunidad de colaborar como voluntaria en la India y en Marruecos. Y, efectivamente, ambas fueron experiencias que marcaron quien soy hoy día. Sobre todo mi estancia en la India, viviendo entre personas locales durante varios meses y colaborando en centros como los hogares de las hermanas de la Caridad en Calcuta, me ayudó a poner los valores de la vida en perspectiva y a decidir que, por encima de todo lo demás, lo que iba a valer la pena en mi vida profesional era trabajar por y para las personas.

P-. ¿Por qué decidiste estudiar enfermería? ¿Sabías que volverías a hacer un voluntariado como enfermera?

R-. Primero estudié Dietética y Nutrición, tras estos años de formación me di cuenta de que todavía me rondaba en la mente la idea inicial de ser enfermera. Decidí estudiar enfermería principalmente porque pensé que me permitiría hacer un trabajo que estaría claramente dirigido a la mejora de vida de las personas, que sería un trabajo donde podría ver el impacto de mi esfuerzo en algo tan satisfactorio como ver a alguien recuperar la salud, vivir en mejores condiciones o morir en paz.

Siempre tuve la impresión de que la posibilidad de colaborar como voluntaria en otro proyecto volvería a surgir y de hecho nunca perdí el contacto con el mundo de la acción humanitaria y la misión, colaborando en proyectos desde Barcelona.

P-. Has estado un mes en Ghana. ¿Por qué decidiste ir a Ghana a hacer un voluntariado? ¿Recibiste formación específica antes de ir?

R-. Yo colaboraba como voluntaria desde la sede en España de la organización Naves de Esperanza. Su labor la conocía desde hacía años y me parecía muy interesante. Me pareció muy significativo que fuera un proyecto que llevaba en marcha desde hacía más de 30 años. Sin embargo, no sabía si iba a poder organizar mi trabajo para poder ir durante un tiempo al buque. Todo se dio de forma muy espontánea y me propusieron la opción de ir a colaborar como voluntaria en la planta quirúrgica a borde del barco. Antes de ir, la organización se puso en contacto conmigo para explicarme cual sería mi trabajo, cómo funcionaba la vida a bordo del buque y ayudarme con información sobre la documentación, las vacunas y demás preparativos para el viaje.

P-. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Podrías contarme cómo era un día de trabajo?

R-. Fue una experiencia muy interesante. Por un lado, hubo momentos de tensión y de nervios por el reto de no saber si iba a ser capaz de trabajar en un contexto tan diferente cultural y profesionalmente hablando. Por otro lado, quedé impactada por el trabajo tan impresionante que muchos de aquellos profesionales hacen, muchos de ellos desde hace décadas, a bordo del barco y en tierra. Y de cómo habían sido capaces de formar un equipo de profesionales de diferentes culturas, edades, trasfondos y estilos tan diferentes trabajando de forma muy eficaz.

El trabajo de enfermería esta distribuido como en cualquier hospital, por turnos de mañana, tarde y noche. Tan pronto llegas te entregan un horario con tus turnos y te asignan un tutor. El tutor es otro enfermero/a que lleva un tiempo a bordo del buque con el cual pasas unos días en formación, de forma que tus primeros turnos en el hospital los pasas con tu tutor. Dependiendo de tu turno de trabajo los días varían mucho, pero si por ejemplo fuera un turno de tarde, por la mañana hay desayuno en el comedor del buque con toda la tripulación (las comidas y cenas también son en el comedor del barco en un horario estipulado). Después tienes tiempo libre toda la mañana. Eso significa que puedes salir del barco con otros a dar un paseo o ir de compras en el mercado local, también puedes bañarte en la piscina del barco o utilizar otros recursos del como la sala de juegos, peluquería, sala de Internet o visitar alguno de los otros proyectos que lleva a cabo la organización en tierra. Tras la comida empezaría el turno de tarde en el cual se te asignan una serie de pacientes y la estructura de la jornada laboral es muy similar a cualquier hospital (pasar el parte, administración de medicación, visitas médicas, tomas de constantes vitales, cura de heridas, comidas, ingresos, altas, educación sanitaria, etc.) Siempre tienes una supervisora en planta para cualquier duda y las unidades especiales (quirófano, rea, UCI…) tienen su propio funcionamiento.

P-. ¿Con qué dificultades te encontraste?

R-. La dificultad más clara es la idiomática. El idioma de trabajo es el inglés, sin embargo, muchos de los pacientes tienen sus propios dialectos y es necesario pedir ayuda a los traductores que hay en la sala para comunicarse con muchos de ellos. Dar indicaciones a los pacientes al alta es también un reto interesante, ya que existen muchos conceptos que uno asume en su cultura propia pero no está muy claro que los pacientes los compartan y es necesario utilizar dibujos y esquemas para explicar a los pacientes como deben seguir con los cuidados al llegar a casa. Algunas de las diferencias y peculiaridades en el ámbitos asistencial son las típicas que podrías encontrar al cambiar de hospital en España, simplemente que en proyectos en países como Ghana es necesario encontrar soluciones creativas a problemas nuevos y, sobre todo, trabajar en equipo y dejarse ayudar.

P-. ¿Existe cooperación entre Naves de Esperanza y el personal sanitario u otras organizaciones de Ghana?

R-. Cada vez que Naves de Esperanza planifica la visita a un país se ponen en marcha muchísimos proyectos a distintos niveles. Naves de Esperanza busca trabajar con los gobiernos locales y asegurar que invierten en los países con proyectos que sean sostenibles y útiles. Los proyectos que pude conocer cuando estuve a bordo del barco abarcan desde charlas de educación para la salud en escuelas, iglesias, cárceles, etc., construcción de edificios como clínicas, escuelas, etc., formación en agricultura y ganadería sostenible, equipos de salud dental en escuelas, etc.

P-. ¿Tienes en mente realizar otro voluntariado?

R-. Últimamente he oído de algunos proyectos que me parecen interesantes en Nepal y la India. Si tengo la ocasión, me encantaría visitar la India otra vez. Sin embargo, estando en España también hay mucho que aportar, empezando por la sensibilización de uno mismo hacia las necesidades de los demás y animando a otros a colaborar.

Desde mi limitada experiencia en el voluntariado diría que hay algo especial en colaborar en un contexto completamente diferente al tuyo. Como decía antes, te abre la mente, te expone a retos que en España nunca vivirías, aprendes a resolver problemas con otros recursos, te das cuenta de que tu forma de pensar y hacer como profesional no es la misma que la de otros enfermeros en otros países y aunque profesionalmente en España el voluntariado no se reconozca demasiado, creo que te puede convertir en una persona más competente y completa.

P-. ¿Qué te llevas de tu experiencia en Ghana?

R-. Que las personas somos complejas. Que atender la salud de las personas no es solamente tratar una enfermedad. En Ghana pude ver la magnitud de los efectos de la pobreza y la desigualdad. Enfermedades que en España serían resueltas con una simple intervención ambulatoria en Ghana se convertían en dramas familiares y sociales. Cuidar de las personas es mucho más que tratar sus condiciones de salud, requiere cambios a muchos niveles y sensibilidad para apreciar cuales son las necesidades y me gustó ver que organizaciones como Naves de Esperanza lo están consiguiendo.

Cooperación enfermera; ong; voluntariado

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