“Noruego para profesionales sanitarios”

Martes, 1 de octubre de 2013

por diariodicen.es

A través de la obra Noruego para profesionales sanitarios. Manual de supervivencia en el sistema sanitario noruego, su autora Esperanza de la Iglesia busca ayudar a la integración del enfermero en el sistema sanitario noruego. “Trabajar fuera de nuestras fronteras, con un idioma y un sistema sanitario distinto al que conocemos, puede generar más de un dolor de cabeza si previamente no se sabe con qué nos vamos a encontrar o dominamos el idioma a nivel usuario”, señala su autora.

Esta enfermera murciana, que trabaja actualmente en un hospital noruego, ha querido resolver a través de esta obra algunos de los problemas que ella se encontró cuando llegó al país nórdico, situación a partir de la cual surgió la idea de elaborar esta guía.

Para la autora, hablar bien un idioma, en este caso el noruego, “no presupone saber lidiar con los pacientes, ni entenderles”. “La sanidad requiere maestría del idioma. Cuando uno aterriza en Noruega, suele manejarse bien en el terreno de lo cotidiano pero se le escapan muchas cosas en el clínico. Si a eso le sumas los numerosos dialectos noruegos, entender a un paciente o un relevo puede convertirse en una auténtica odisea”.

En el principio de este manual se afirma que “este libro es para ti, que eres un profesional de la salud y que ejerces, o vas a ejercer en Noruega. Es el manual que yo hubiera necesitado encontrar hace un año cuando aterricé en la tierra de los fiordos. Y es que la sanidad noruega difiere bastante de la española: existe copago en el centro médico, en el servicio de urgencias y pruebas complementarias hasta una cierta cantidad. Los crónicos, sin embargo, no tienen copago”.

“En Noruega no existe la consulta de enfermería como tal”

Según señala Esperanza, la Atención Primaria “está organizada de forma diferentes ya que no existen los centros de salud. Hay un centro médico, uno de salud pública, con matronas, pediatras, obstetricia y enfermeras de pediatría, y enfermeras a domicilio”.

En cuanto a las enfermeras a domicilio, la autora explica que “son un equipo en el que también se incluyen auxiliares del cuidado y asistentes. Cada persona va equipada con un coche, un teléfono, un gps y una lista de pacientes a los que visitar. La enfermera puede ir a un domicilio para poner unas medias de compresión o colocar el audífono a un anciano. Otras veces, continua, se va para calentarle la comida en el microondas. Por supuesto, también se realizan curas, mediciones de glucemia capilar, etc., pero no se realizan extracciones sanguíneas, no se sutura pero sí se administran intramusculares”.

Asimismo, en Noruega no existe la consulta de enfermería donde se realiza el seguimiento del paciente. “La educación para la salud se realiza en el domicilio del paciente. Consultas que son programadas por una Oficina que se llama “de lo social” y en la que trabajan el equivalente a los gestores de casos de nuestro SNS. En ella, se reciben solicitudes para que un paciente sea atendido en caso o para que éste sea derivado a un centro de cuidados medios tras una estancia hospitalaria o solicitudes para dispositivos de ayuda o alarma en el domicilio”.

En general, la labor enfermera “tiene mucha función asistencial pero también administrativa, de limpieza (por la tarde no existe y las “altas” las realizan las enfermeras junto con auxiliares o asistentes) y también de transporte y movilizaciones, ya que la figura del celador no está extendida. En Primaria, se les prepara la comida a los pacientes y se les sirve en el comedor, luego se recoge la mesa y se pone el lavavajillas. Los pacientes autónomos salen de la habitación, que comparten con otros cuatro o cinco pacientes, y se sirven solos. El resto son asistidos por la auxiliar o por la enfermera en planta”.

“El concepto de enfermera todoterreno solo existe en España”

Las enfermeras españolas reciben una de las mejores formaciones de toda Europa, pero en otros países europeos también hay profesionales con una alta capacitación y especialización. “La diferencia entre una enfermera española y otra noruega es de conceptos”, señala Esperanza de la Iglesia. En el país nórdico, las enfermeras “no tienen porqué saber de todo. La contratación, incluso en el sector público, se hace en función del currículo y de referencias, no por Bolsa de méritos. En Noruega puedes trabajar en un servicio como alumna de Enfermería, cuyos estudios tienen una duración de tres años de Universidad más uno de especialización, y conseguir un puesto fijo en ese mismo lugar. El concepto de enfermería todoterreno solo es de España”, aclara.

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