Relato enfermero: Enfermería en tu vida

Miércoles, 3 de noviembre de 2021

por diariodicen.es

Enfermería en tu vida: Cuando pensamos en la evolución natural de nuestra vida desde que nacemos, empezamos a caminar, comenzamos el colegio, tenemos nuestras primeras amistades, nuestras primeras relaciones sentimentales serias (o no tanto) en la adolescencia, los estudios medios o superiores, la vida de adulto con lo que ello conlleva (matrimonio, hijos, hogar), la madurez , la vejez… Uf, parece todo muy programado y reglado. Pues sí, la vida es así, y tenemos que dar gracias todos los días por poder vivir cada etapa que nos toque, porque en cada una hay cosas buenas y cosas menos agradables.

apoyo a las enfermeras | Fotolia
apoyo a las enfermeras | Fotolia

Las vivencias buenas, las alegrías, las risas, los sentimientos de querer a alguien y ser correspondido/a, las buenas amistades, sentirse querido en una familia, en fin, todas esas sensaciones que nos dan tranquilidad y paz deben ser referencia para cuando tengamos esos momentos menos buenos. Deben ser un halo de esperanza e ilusión para tirar hacia adelante y buscar soluciones o encontrar consuelo cuando no sepamos cómo resolver esas situaciones difíciles.

Estarás pensando qué tiene que ver esto con la enfermería. Pues más de lo que imaginas. En ciencias de la salud tienes una oferta de carreras universitarias nada despreciable como medicina, fisioterapia, podología, odontología, farmacia, nutrición y dietética y terapia ocupacional. Todas ellas muy importantes en nuestra vida porque nos ayudan a tratar enfermedades (medicina), a rehabilitar de problemas osteomusculares, respiratorios o de movilidad (fisioterapia), tratar problemas de la extremidad inferior (podología) o de la cavidad oral (odontología), nos ayudan a reincorporarnos a nuestra vida familiar o laboral de una manera más adaptada a nuestra patología (terapia ocupacional) e incluso nos proporcionan los fármacos (farmacia) y los nutrientes necesarios (nutrición) en nuestra salud y enfermedad.

Pero falta incluir al eje de todas ellas, nuestra querida enfermería, nuestra maravillosa carrera universitaria de ciencias de la salud. Una de las menos valoradas hace más de 20 años y que ahora tienes que sacar, según las universidades, más nota para acceder que en otras carreras de ciencias de la salud.

Y este cambio se debe a que, por fin, ese reconocimiento social, político, laboral va en aumento. Cuando hablaba, al principio de este relato, de la evolución natural de nuestra vida, simplemente quería que nos imagináramos qué profesional de la salud, de todos los comentados anteriormente, está siempre presente cuidando de nuestra salud o cuidándonos en la enfermedad. Esa es la enfermería. Los enfermeros y enfermeras estamos desde antes de nacer ya pendientes que todo vaya en orden con nuestras matronas. Las primeras vacunas y las consultas del niño sano son asuntos propios de enfermería pediátrica.

También estamos en muchos colegios (no tanto como nos gustaría que nos dejaran) para cuidar en ambientes saludables a nuestras jóvenes generaciones. Y qué sucede en el instituto, las charlas que damos sobre hábitos saludables y prevención de enfermedades de transmisión sexual a nuestros adolescentes son algunos ejemplos. Y nuestros centros de salud tienen programas para ayudar en la prevención de enfermedades cardiovasculares llevados por enfermería. Pero todo esto es en personas sanas, gente sin enfermedad demostrable. La enfermería no solo cuida a gente con enfermedades, también cuidamos para que no pierdas tu salud. Puedes contar con nosotros para ayudarte.

Y qué decir de nuestros enfermos en hospitales, es, probablemente, el colectivo que más entiende nuestro trabajo, que lo ve más de cerca. Somos el nexo de unión con otros profesionales de la salud. Todo pasa por las enfermeras para que el cuidado del enfermo sea lo más óptimo. Si has estado alguna vez enfermo y has necesitado un ingreso hospitalario, esos que te dan la mano cuando estás solo/a, te alivian el dolor, te dan tu tratamiento, curan tus heridas, en definitiva, los que están ahí para cuidarte y hacer que te sientas mejor y alivies tu sufrimiento e incertidumbre, son el personal de enfermería, no ATS ni practicantes, somos enfermería.

Cuando hablo de personal de enfermería incluyo al personal técnico en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) que hacen un trabajo fabuloso en el mantenimiento de patrones básicos del ser humano como pueden ser, a modo de ejemplo, la higiene o la alimentación.

Además, estamos pendientes de la familia. Hablamos con ellos sobre los cuidados que realizamos, ellos se desahogan con nosotros para no hacerlo delante de su familiar. Y cuando llega el proceso de la muerte, esa palabra que todos tienen en mente (paciente y familia) cuando las cosas se tuercen más de lo debido, ahí también estamos los enfermeros.

Nuestra obligación es que cuando se está esperando el final de la vida, éste sea sin sufrimiento o con el mínimo posible. Tanto la familia como el enfermo te dicen (todos lo dicen) que no quieren sufrir, no quieren dolor y ahí estamos enfermería para cuidar y aliviar ese sufrimiento.

Como has podido observar, la enfermería está a tu lado desde el nacimiento hasta la muerte.Vamos por caminos paralelos durante la vida para que nos puedas encontrar cuando lo necesites. Siempre estamos a tu lado. Siempre lo estuvimos y siempre lo estaremos. Quiero acabar este relato extrapolando el trabajo que hacemos y que siempre lo hemos hecho, con la situación actual de pandemia por COVID-19.

Me ha dado la impresión que cuando esta situación empezó y hubo el confinamiento domiciliario, la gente empezó a descubrirnos, a hacerse eco del trabajo de enfermería, no sé si por la prensa y los medios de comunicación, tal vez por las redes sociales. Pero el caso es que, cuando he atendido a pacientes con Neumonía por COVID-19 en mi unidad de hospitalización, todos tenían miedo a estar solos, miedo a morir, miedo a sufrir, miedo a la falta de información, en definitiva, miedo a que nadie les ayude a restablecer sus patrones funcionales previos a la infección por SARS-CoV-2. Mucha gente sólo quería que les mirases a la cara, que les dieras la mano, que les cargaras el móvil para poder hablar con su familia, que les dieras de beber, que les acariciaras la cara o el pelo, que les cambiara su almohada, pero sobre todo, sentirse acompañados. Y esto puede parecer muy simple pero estas necesidades tan “básicas” son las que necesita el ser humano en cada momento de nuestra vida para sentirnos con más confianza y, en definitiva, sentirnos bien.

Esta pandemia nos ha enseñado muchas cosas, pero quiero que la sociedad reconozca la importancia del trabajo de enfermería tanto en atención primaria como en especializada.

Recuerda nuestra labor. Estamos para cuidarte.

La enfermería está en tu vida.

Autor: Fernando Santonja Sahuquillo

Noticias relacionadas

cuidar, enfermeras, enfermería, reconocimiento, Relato

¿Quieres comentar la noticia?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

*
*