Un equipo de investigadores de la Universidad de Plymouth ha publicado un estudio que demuestra que a pesar de esterilizar las batas quirúrgicas, hay bacterias que sobreviven. En este caso hablan del Clostidium difficile, que puede provocar diarrea severa, complicaciones intestinales e incluso en algunos casos la muerte.
La investigación fue publicada en la revista Applied and Environmental Microbiology, en colaboración con la Universidad de Cardiff y con el apoyo de la Sociedad de Microbiología Aplicada, y en ella demostraban que tras analizar las batas quirúrgicas de un solo uso, y tras desinfectarlas con productos químicos de alta resistencia, los investigadores se dieron cuenta de que había bacterias que sobrevivían y no se eliminaban, pudiéndose transferir a otros objetos.
C difficile es una superbacteria realmente fuerte y es muy importante que los hospitales impidan que se propague. Para ello, además de aumentar la concentración del desinfectante los expertos sugieren llevar a cabo prácticas de higiene adecuadas. Medidas como no usarse batas quirúrgicas fuera de las áreas aisladas, ya que las esporas de esta bacteria están adaptadas para adherirse a las superficies clínicas y se pueden transferir fácilmente, causando infecciones en los pacientes.
“En una época en que las infecciones se están volviendo resistentes a los antibióticos, es preocupante pensar que otras bacterias se están volviendo resistentes a los biocidas. Por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es asegurarnos de que los procedimientos de control de infecciones sean sólidos, eficaces y estandarizado”, concluye una de las autoras del estudio.