Un viaje a la enfermería del futuro

Miércoles, 23 de junio de 2021

por diariodicen.es

Era una mañana tranquila, me encontraba revisando el box de críticos en el servicio de urgencias, cuando de repente un temblor afloró desde el suelo. Finalizó al cabo de pocos minutos, seguidamente, decidí salir fuera. Me percaté de que tanto el personal de enfermería como la unidad tenían un aspecto diferente. Decidí preguntar por lo ocurrido a un compañero:

—Perdona, ¿Sabes qué ha sido el temblor de hace un momento?
—No sé de lo que me habla–. Se da media vuelta y observé que transportaba a un paciente en una silla voladora.

Enfermera | iStock
Enfermera | iStock

Caminaba desconcertada y sin dirección. Llegué al control de enfermería, concebía un aire más innovador, además, no reconocía a ninguno de los compañeros presentes. De repente, uno de ellos se acercó a mí y me dijo:

—Hola, mira perdona, a día de hoy es obligatorio ponerse equipos de protección individual durante todo el turno. Tienes ahí el EPI.
—Perdona, ahora mismo voy.

Estaba desconcertada, pero decidí entrar al vestuario. Al abrir la puerta observé en una esquina una pequeña cinta que tenía colgado un calendario marcando el año 2050, pero aquello debía ser imposible. Mis piernas comenzaron a debilitarse y sudores fríos recorrían mi cuerpo, en ese momento una compañera se percató de mi situación y me auxilió:

—Toma hija, bebe un poco de agua antes de ponerte el EPI, que te noto algo paliducha y luego cuesta un mucho quitárselo para cualquier urgencia.
—Perdona, es que no sé cómo contarte esto, yo… yo no entiendo cómo he llegado hasta aquí, hasta el 2050, estaba en 2020 en el box 0 y de repente hubo un temblor y ahora estoy aquí—. Exploté por fin.

— ¡Ay! Otra vez ha pasado… Mira, esto es complejo de entender y más complejo de explicar, pero a veces sucede. A día de hoy, se está investigando la máquina del tiempo y da pequeños resultados, como en tu caso, pero no te preocupes, tiene solución, mañana a la misma hora debes ir al box 0, sentirás una sensación muy parecida a la de hoy y cuando abras la puerta volverás a tu era. No te preocupes, hoy puedes quedarte con nosotros y ver cómo se trabaja en el futuro. ¿Te parece? — Dijo con tono dulce y tranquilizador.

—No sé cómo ha podido ocurrir, pero si es algo pasajero y tiene solución, me quedaré aquí con vosotros hasta mañana.
—Sí, no te preocupes por nada, hablo ahora con la supervisora y lo solucionamos todo. Por cierto, ¿Cómo te llamas?
—Clara ¿y tú?
—Mary Seacole, encantada. Ahora vístete que llegamos tarde.

Salí del vestuario y Mary me estaba esperando con una gran sonrisa. Ella fue quien me explicó el funcionamiento actual de la enfermería:

—A día de hoy, es muy importante que cuando finalizamos la carrera hagamos el EIR, es difícil decantarse, ya que existen en torno a 30 especialidades. Pero es un terreno que nos ha llevado mucho tiempo ganarlo. Gracias a ello la calidad de los cuidados ha aumentado—. Comentó Mary y me sonrió.

— ¡Cómo me alegro de que se haya llegado a este punto! —Dije entusiasmada—. En mi tiempo nos resulta muy difícil cuidar a los pacientes cuando nos encontramos en servicios en los que nunca antes hemos estado.

—Te entiendo, ha sido un camino de grandes luchas con sindicatos, gobierno y comunidades, pero al final hemos conseguido una gran victoria, y un gran reconocimiento por parte de todos. Además, dentro de unos años, en torno 2022, observarás como todas las comunidades autorizan la prescripción enfermera—. Se dio media vuelta y me mostró un libro, el Vademécum enfermero.

—Esto que me cuentas es fantástico, al final se demuestra que los enfermeros tenemos mucho que aportar y muchos recursos que explotar.

Mary me comentó que hacía más de 15 años que se había sacado la vacuna contra el cáncer, me emocionó muchísimo, tanto que quería llevarme una de vuelta a casa, pero ella me advirtió de que si esto sucedía podría acarrear graves consecuencias. ―Los acontecimientos no deben ser modificados‖ había dicho el Gobierno como primera regla para que se desarrollasen las investigaciones con la máquina del tiempo.

Mary me había dado muy buenas noticias de lo que le esperaba a la enfermería en un futuro. Pero no todas las noticias fueron alentadoras, resulta que aunque existiese la cura contra el cáncer, la sanidad se enfrentaba a otro tipo de enfermedades, las infecciosas, y es que muchas de ellas se habían vuelto resistentes a los antibióticos actuales. La llamaban ―la era multirresistente.

—Ya sabes que las enfermedades infecciosas son el gran problema al que nos enfrentamos actualmente, es por esto que debemos llevar EPI durante todo el turno. Y además, a la entrada se realiza un test rápido en función del cual, los pacientes son clasificados—. Me advirtió Mary.

—Entonces, ¿los pacientes tienen que permanecer solos durante todo el ingreso?— Pregunté preocupada.

—Sí, nosotras somos el único contacto humano que reciben, por eso es importante que los cuidados sean humanos, es por esto que el EPI es transparente en torno a la cara, para que se nos reconozca. Además actualmente estos trajes tienen implantado un dispositivo de sonido, el cual se regula para aquellas personas que poseen déficits auditivos—.

Mary se detuvo para poner una vía, al salir de la habitación me dijo—. Para nosotros una de las cosas más importantes es tranquilizar al paciente en estos momentos, ser empáticos, al fin y al cabo entras a un hospital, que de por sí es un lugar frío, sin tener claro lo que te está ocurriendo, por lo menos que haya alguien que te apoye en estos momentos, y ahí actuamos nosotras.

— ¿Y para aquellas personas que sean sordomudas?— Le pregunté acordándome de mi tío sordomudo, el cual estuvo un mes ingresado por coronavirus en abril.

—Cada box posee una pantalla, esta se activa en diversas ocasiones, y si el paciente es sordomudo, en una de ellas nosotras le hablamos y la pantalla traduce al lenguaje de signos—. Y me llevó a un box vacío para explicármelo con detenimiento.

— ¿Y para qué más sirve esta pantalla?— Le pregunté con gran curiosidad.

—Una de las ocasiones que más la usamos es para que la familia se relacione con el paciente. También, pueden ser informados de la situación en la que se encuentra su familiar tanto por nuestra parte como por la del médico.

Llegaron las tres de la tarde y Mary me invitó a comer y dormir en su casa, yo accedí pero no sin antes agradecerle todo lo que estaba haciendo por mí. Decidí regalarle el colgante que me había dado suerte durante toda la carrera, era algo muy especial para alguien que había sido tan especial para mí.

Aquel día aprendí la importancia que tiene luchar para que la enfermería evolucione y adquiera el reconocimiento que se merece. El punto clave reside en la humanización de los cuidados y la calidad de los mismos. La enfermería se encontrará siempre luchando contra las enfermedades por medio del cuidado a sus pacientes. Es por esto que estos profesionales deben ser tratados como una pieza fundamental en la salud de la población.

Al día siguiente, Mary me llevó al hospital, debía estar a las nueve de la mañana en el box 0, por lo que tuvimos que madrugar. Llegamos allí a las ocho, me despedí de todos y me adentré en la sala de nuevo. Como hacía un día el temblor volvió a surgir desde el suelo y al abrir la puerta me encontré con la sala de urgencias tal y como la había dejado.

Autora: Alba Duarte Crespo

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